Finalista del premio Guillermo de Baskerville al mejor libro independiente de 2014
Año: 2013
Editorial: Tagus (sólo disponible en e-book)
Género: Novela
Valoración: Muy recomendable
Vuelvo a la carga con otro filósofo disfrazado de novelista. Se trata en este caso de Jesús Zamora, reconocido filósofo de las ciencias sociales y profesor en la UNED, además de bloguero de éxito y tuitstar.
Cogí el libro con bastantes ganas, esperando encontrármelo rebosante del humor agudo e ingenioso que caracteriza a este autor en Twitter. Y la verdad es que el contenido fue una grata sorpresa, pues no sólo me provocó más de una carcajada, sino que me vi enseguida atrapada por una trama enrevesada que me tuvo en tensión desde la primera hasta la última página. Regalo de Reyes engancha, y mucho, algo que una servidora, que se pasa la vida leyendo textos bastante aburridos, no puede evitar agradecer.
La novela está compuesta por una serie de historias paralelas que son protagonizadas por personajes que no tienen nada que ver los unos con los otros y entre los que podemos encontrar adolescentes barriobajeros, políticos de izquierdas y de derechas, miembros de la alta sociedad, arqueólogos, algún que otro nazi y hasta los mismísimos Reyes Magos. Las situaciones ocurren en distintos lugares y en distintos momentos históricos, pero todas tienen un punto en común: un misterioso códice que cuenta una historia nada ortodoxa sobre la infancia de Jesús (el hijo de Dios, no el autor del libro). La trama se desarrolla con ciertos tintes de thriller histórico a lo Código Da Vinci pero con un humor muy español y unas situaciones tan cotidianas que la acercan al estilo de Eduardo Mendoza en El Misterio de la Cripta Embrujada y similares. A esto hay que añadir los toques satíricos que asoman de vez en cuando y ante los que uno no puede evitar sonreír. Como muestra, las siglas de los partidos políticos del Madrid del libro: de izquierdas el PP (Partido Progresista) y de derechas el J&B (Justicia y Bienestar).
He de reconocer que me encantan las novelas de historias paralelas y tramas de enredo, así que ésta me atrajo desde el comienzo. Pero una novela así necesita un final a la altura para ser redonda y ésta lo tiene. Las piezas que va poniendo el autor terminan por encajar a la perfección, como si de un puzle se tratase, aunque quizá, para mi gusto, el final se precipita demasiado y hubiera sido mejor si hubiera ocurrido con un ritmo algo más lento. Puestos a ser quisquillosos, también me quejaría de que las partes del libro que se desarrollan en los años 50 no resultan tan cautivadoras como las partes que se desarrollan en el presente. Pero posiblemente esto se deba a que las partes del presente, especialmente las que ocurren en el madrileño barrio de Vallecas, son absolutamente geniales y dejan el listón muy alto.
Se trata de un libro que merece la calificación de “muy recomendable”, no sólo por ser muy divertido y extremadamente adictivo, sino porque además, y casi sin que te des cuenta, a medida que vas pasando las páginas, el libro te arranca más de una reflexión. Y no podía ser menos. Al fin y al cabo, lo ha escrito un filósofo.