Y nuestro último nominado a los Premios Guillermo de Baskerville 2016, categoría de Novela, es Juan Muñoz Flórez, autor de El Demacre.
Juan Muñoz Flórez nació en Madrid en 1980. Estudió Filología Clásica en la Complutense, universidad donde ha sido profesor colaborador en literatura del Mundo Antiguo. Ha ganado varios premios académicos, como el Premio Nacional de Fin de Carrera, el Premio de la Facultad de Filología de la Complutense, el Premio a Mejor Trabajo de Investigación de la Fundación Pastor o el Premio a Mejor Trabajo de Investigación de la SEEC. Trabaja también de traductor y ha publicado en revistas nacionales e internacionales. Es coautor del Diccionario literario de personajes de la comedia antigua y del libro Discursos para el recuerdo: los discursos laudatorios en honor de los fallecidos por Atenas. También ha participado con varios relatos en distintas antologías.
Pese a todo esto, asegura que su CV literario está cerca del 0. “Unos cuantos cuentos, una novela inconclusa por falta de planificación y porque llegó el verano y me fui a Grecia a la playa y poco más. Triste, lo sé. Mis (de)méritos están más en el ámbito académico y de la investigación. A lo largo de los casi 10 años que me tiré en la universidad entre carrera, máster y tesis inconclusa, tuve la suerte y la desgracia de ganar varios premios. Pero vamos, aparte de para sacar el ego un poco a pasear en ocasiones como ésta, para poco más me han servido.”
Nos cuenta que no tiene manías especiales a la hora de escribir, pero que el proceso de creación de El Demacre lo realizó bebido. “El Demacre, por aparecer en el peor momento de mi vida, lo escribí pedo, qué le vamos a hacer. Me despertaba, corregía durante una o dos horas lo escrito la noche anterior, comenzaba a beber o a lo que fuera enseguida, por si acaso llegaba el pasado ahí dando duro, y me tiraba diez o doce horas en el antedicho estado de pedo, escribiendo y comentando cada párrafo con la amiga en cuya casa vivía de acogida. La novela, desde luego, es tan mía como suya. Y sin ella hoy yo no estaría escribiendo para vosotros. Pero todo esto viene a que no tengo muy claro que yo sea capaz de componer algo potable si no es sobreestimulado, o muy deprimido, o cualquier cosa que haga que tenga todos los poros del alma abiertos en canal, por decirlo en modo cursi.”
Juan Muñoz Flórez dice tener decenas de héroes literarios, sobre todo los rusos y los norteamericanos. “Para mí ellos son ejemplos de todo, hasta los ‘peores’. Dentro de unos años, yo querría llegar a provocar en algún chaval lo que gente como Tolstoi o Ross MacDonald provocaron en mí. Es haber encontrado por fin hacia dónde mirar cuando estás perdido, un interlocutor que parece conocer todas las respuestas que a ti te faltan. Cuando leo busco eso, gente que me dé luz, que me ayude, gente con la que me pueda imaginar hablando un rato emocionados los dos, o gente a la que poder escuchar mientras me cuenta cosas en forma y fondo que yo jamás podré ni siquiera soñar. Por citar a unos pocos, diré Philip K. Dick, Lermontov, Chandler, Vian, Catulo, Safo, Miguel Hernández, Dostoievski, Bloch, Lovecraft, Himes, Calvino, Tucídides, Pardo Bazán, Turguenev, Istrati, Sófocles, Hammett, Polydouri, Arquíloco, Tácito… Y hace nada una chica a quien no conozco me recomendó a una poeta alucinante: Sara Teasdale.”
Por el momento, no está escribiendo nada de ficción. “Ahora mismo aspiro a tuitstar, escribo para mi blog El Demacre y yo y, cuando consigo ponerme medio serio, le envío los frutos de mi putrefacta sapiencia a La Piedra de Sísifo, algo que he conseguido ni más ni menos que una sola vez. Heroico. Pues bien, todo eso se lleva el escaso producto que mis neuronas pueden parir.”
Para finalizar, nos ha comunicado que, de resultar ganador del Premio Guillermo de Baskerville, donará el montante del premio en su totalidad a causas benéficas. Le tomamos la palabra.