Año: 2012
Editorial: Saco de huesos
Género: Relatos
Valoración: Recomendable
El pasado noviembre tuve la oportunidad de conocer (literariamente hablando) a José Ignacio Becerril. Entonces leí y reseñé una colección de relatos que llevaba por título El hombre imaginado. Recuerdo que tuve mis más y mis menos con el formato elegido para ese libro, pero que en general la sensación que me quedó fue muy positiva. Animado por el propio autor, leí su publicación más reciente, una nueva antología de relatos, esta vez publicada por la editorial Saco de huesos: El monstruo en mí.
Becerril sigue demostrando su excelente dominio del formato, su capacidad de construir de la nada una historia, retorcerla y llevarla a un desenlace inesperado unas pocas páginas después. Además, este libro es una apuesta decidida por el terror más oscuro, sucio, sangriento, visceral, incluso asqueroso, propio de las más inhóspitas pesadillas. Becerril se siente especialmente cómodo dibujando imágenes desagradables, describiendo seres repugnantes (siente una particular y casi enfermiza fascinación por los insectos), relatando momentos angustiosos que se quedan pegados en la corteza del cerebro y que, creedme, tardan un tiempo en irse. Uno lo pasa mal leyendo estas historias, efecto pretendido desde el principio (y, por lo tanto, conseguido).
Si bien El hombre imaginado era una obra que parecía hecha de retales, en El monstruo en mí encontramos mayor coherencia en todos los aspectos. Estrechamente relacionado con esto, en esta colección los relatos mantienen un nivel bastante parejo desde el primero hasta el último (lo cual termina agradeciéndose), sin embargo, ninguno de ellos llega a la perfección que Becerril ya demostrara en su obra anterior. Podría decirse que este libro es más completo, más redondo, más maduro, más disfrutable, y que, no obstante, no alcanza su mejor versión. Esto me lleva a pensar que todavía no hemos visto todo de lo que es capaz este autor.
De cualquier modo, El monstruo en mí nos brinda relatos realmente notables como (y los coloco en riguroso orden de preferencia personal) Todo está hecho, Casa ocupada, Ni el infierno querrá tu alma, Tumbas en la ciudad u Ocho esferas plateadas, sin ofrecernos a cambio ninguna obra que desentone (cosa bastante habitual en este tipo de libros). No hay relatos de relleno, todos están en la misma línea. Además, cosa nada desdeñable tratándose de una colección de relatos, el número de páginas tampoco es excesivo. Muy bien.
En resumen, El monstruo en mí es una buena antología de cuentos de calidad que gustará especialmente a los amantes del terror, los monstruos y el gore. Esto es una buena señal pero también una advertencia para aquellos menos acostumbrados a estas lecturas, ya que es posible que algunas de las criaturas que aquí aparecen vuelvan en forma de malos sueños. Y lo digo por experencia.