«Escribir para uno mismo sin tener en cuenta al lector es hacerse una paja». Entrevista a Guillem López

Entrevista a Guillem López. Libros Prohibidos

Guillem López no sólo escribe muy bien, también habla muy bien y, sobre todo, piensa muy bien. Y los asistentes a la presentación de su última novela, El último sueño (Minotauro), en la librería Gigamesh así pudimos comprobarlo. Acompañado por la escritora y poeta Sofía Rhei, el bloguero, podcaster y supporter confeso Miquel Codony y la representante de la editorial Vicky Hidalgo, Guillem nos habló de autogestión popular, de responsabilidad civil, de niños educados por la tribu y, por si fuera poco, de los Sex Pistols. Una charla muy punk.

Después de la presentación, ya más distendidos y delante de dos pintas de cerveza, tuve ocasión de corroborar esa primera impresión. Con su sempiterna gorra y sus clásicos tatuajes, Guillem me obsequió en exclusiva con su gran locuacidad («yo tengo cuerda para rato» me dijo cuando le pregunté de cuánto tiempo disponía) y con su lucidez extrema. Todo un placer y un privilegio.

Steampunk y fantasía oscura

El escritor que nos sorprendió con Challenger, nos estremeció con Arañas de Marte y nos fascinó con La polilla en la casa del humo, ataca ahora con una novela de fantasía insdustrial con estructura de best seller y publicada por Minotauro, el sello de Planeta dedicado a la literatura fantástica. Las cosas han cambiado, y mucho, desde que empezó a escribir sus primeras novelas, pero ¿hasta qué punto? Esta entrevista nos ayudará a descubrirlo.

¿A qué género o mezcla de géneros pertenece El último sueño?
Lo del género va un poco en contra de mi personalidad. Intento ser muy heterogénero con todo y muy fronterizo. Me gusta el rollo del transmedia, me invento mis propias etiquetas para intentar definir algunas cosas. De La polilla en la casa del humo, por ejemplo, dijeron que era weird-boiled porque era weird, pero la estructura era de hard-boiled, es decir, de novela negra. Para El último sueño pensé en el género de fantasía industrial, porque tiene influencias de steampunk, de la fantasía oscura, de novela social y de rollo urbano.

«Las etiquetas son buenas para el marketing, pero no para la creación»

Entrevista a Guillem López. Con Alicia Sánchez. Libros ProhibidosCuando empiezas a escribir una novela, ¿tienes claro de qué género será?
No, no suelo tener una etiqueta clara. Me gusta no saber exactamente dónde voy. Las etiquetas son buenas para el marketing, pero no para la creación. Son necesarias para vender el libro, porque tienes que decir a la gente lo que va a comprar, pero ahora vivimos en un momento muy fronterizo para los géneros. El escritor es libre para crear la etiqueta o el género que mejor le vaya.

Si hay algo que caracteriza a tus novelas es que casi nunca tienen una estructura lineal. Challenger, por ejemplo, estaba compuesta por diversas historias cortas, en Arañas de marte era como una telaraña… ¿Qué estructura vamos a encontrar en El último sueño?
La estructura de El último sueño es lineal y lo es porque la historia requería que fuera así. Yo entiendo la estructura como forma narrativa, es decir, como algo que tiene mucho que ver con lo que cuenta la historia. Challenger, por ejemplo, son 73 pequeñas historias porque viene a representar esas moléculas que se entrecruzan y dan lugar a realidades. Arañas de Marte es una red neuronal. El último sueño es una novela de aventuras urbana y muy cinematográfica, por lo que tenía que ser una estructura básica de best seller.

«El último sueño es una novela muy quinqui, muy callejera»

¿El hecho de editar con una editorial grande como el sello Minotauro de Planeta ha condicionado tu forma de enfocar la novela?
Cuando la escribí, no. Es ahora cuando me siento presionado. Por ejemplo, cuando empecé a idear Challenger la gente me decía que era una locura, que no me la iban a publicar, pero yo tenía libertad creativa, y eso está muy bien. Pero cuando has publicado varios libros y sabes que hay una serie de lectores que te leen, es difícil no cuestionarte las cosas. Hay una determinada presión de la que tú no puedes deshacerte porque tú no escribes para ti, eso es mentira. Escribir para uno mismo sin tener en cuenta al lector es hacerse una paja. Tú escribes pensando que alguien lo va a leer y como artista y también como persona estableces una relación con el lector. Yo sé, por ejemplo, que habrá gente a la que le gustó Arañas de Marte que no les va a gustar El último sueño porque es un cambio radical de registro, pero no pasa nada, yo soy así.

¿El último sueño puede considerarse una novela juvenil?
Es una novela adulta, aunque pueden leerla adolescentes, claro, porque tiene una temática que les puede interesar. Es una novela muy quinqui, muy callejera y toca muchos conflictos en los que los jóvenes están inmersos. Los protagonistas tratan de encontrar un hueco en una sociedad que está cambiando y, como no lo encuentran, construyen su propio mundo paralelo.

Del estudio Ghibli a Philip K. Dick

¿Qué es lo que inspiró a Guillem López a la hora de escribir El último sueño?
Cuando me ponía a imaginar ciertas escenas, las veía como una animación de estilo Ghibli, veía sobre todo El castillo ambulante o El viaje de Chihiro. Es curioso porque cuando vi la portada del libro, la ilustración de Adriá Moratalla, que es genial, me dio la impresión de que tenía mucho de novela gráfica, por lo que le va ideal.

¿Cuáles son los escritores que más te han influido?
Yo no tengo muchos totems. Con Philip K Dick comparto el cuestionamiento de la realidad. Es una referencia temática. Entre los autores españoles, Jesús Cañadas, Ismael Martínez Birurrun, Sofía Rhei y Laura Fernández son, para mí, los mejores narradores en género de lejos.

Entrevista a Guillem López. Presentación en Gigamesh. Libros Prohibidos¿Qué te motivó a elegir un personaje transgénero como protagonista de la novela?
En primer lugar, por mi responsabilidad como narrador. Creo que los autores y los artistas en general debemos tener una responsabilidad social. En nuestras historias, debemos representar e interpretar la realidad y exponerla al lector. Mi responsabilidad como autor es dar espacio y visibilización a muchos sectores que lo necesitan. De todos modos, estoy totalmente en contra del discurso utilitario de que todo aquel personaje que aparece en una historia debe tener una necesidad dramática. En mi novela, los personajes LGTB no tienen una necesidad dramática real, simplemente hay una normalización absoluta de la sexualidad y de los roles de género. Hacer que el personaje principal fuera intersexual me pareció muy interesante porque, al no ser aceptado por la sociedad patriarcal, me venía al pelo para representar a todas esas personas marginadas que no encontraban encaje.

«El papel de las editoriales independientes es crucial»

Tú empezaste a publicar en una editorial independiente. ¿Qué opinas de este tipo de editoriales y qué papel crees que tienen dentro del mercado?
Hoy en día, el papel de las editoriales independientes es crucial, porque gracias a ellas se ha conseguido que publique mucha gente que, hace un tiempo, jamás hubiera publicado. También ha permitido que aparezcan apuestas mucho más innovadoras y transgresoras (bizarro, literatura LGTB…), que siempre es muy importante y enriquecedor. Hay editoriales pequeñas con catálogos muy interesantes como, por ejemplo, Orciny Press. Lo malo es que, al haber tantas editoriales, los lectores no pueden asumir la cantidad de novedades que hay hoy en día. Es una locura y eso lo tiene que parar alguien en algún momento.

Y, por último, ¿cuáles son los proyectos de futuro de Guillem López? ¿Estás escribiendo algo nuevo?
Yo siempre estoy escribiendo, pero, la verdad es que no tengo ni idea de lo que voy a hacer. Quiero sacar una novela el año que viene, pero, por otra parte, también me gustaría descansar, porque llevo publicando una novela por año, que tampoco es mucho, pero estoy un poco desgastado. De todos modos, es muy probable que tenga novela nueva la próxima primavera. Voy a cambiar de registro y de género. Desde hace tiempo me tienta mucho hacer algo de tipo cyberpunk, también me interesa algo de mitos de Cthulhu, Lovecraft, terror cósmico… Tengo diferentes proyectos, pero todavía no sé exactamente cuál elegiré.

Fotografías: Javier Torrent y Disorder65

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