Rosa Mulholland: Historias Extrañas

Historias Extrañas. Portada. Libros Prohibidos

Ilustraciones: Rafael Martín Coronel
Idioma original: Inglés
Año: 2019
Traducción: María Pérez de San Román
Género: Libro de relatos (terror)

Obra perteneciente a la sección oficial de los Premios Guillermo de Baskerville 2020

Esta entrada se adhiere a la iniciativa #LeoAutorasOct, que busca visibilizar las obras escritas por mujeres y fomentar su lectura.

Historias tan tenebrosas como gozosas

Aunque es una editorial joven, La Biblioteca de Carfax se ha convertido rápidamente en sinónimo de calidad y un paraíso (o un gozoso Hades) para los amantes del terror. Su catálogo es un brillante conjunto de clásicos, obras contemporáneas y piezas de culto rescatadas del olvido. Mi pasión es el primero de los grupos, así que este Historias Extrañas me cautivó desde el momento en que se anunció su publicación. Cómo no hacerlo con semejante ilustración de portada. Parecía estar llamándome.

La experiencia, como es costumbre con esta editorial, ha merecido la pena. Me he encontrado una antología que no solo satisfizo mi amor por la literatura decimonónica de terror, también me ha transportado a paisajes idílicos, a noches umbrías, a caserones vetustos o ambientes fantasmales. Si algo me ha conquistado de Rosa Mulholland es su capacidad para retratar escenarios, especialmente los lúgubres y los paisajes irlandeses. Quizá es algo que percibo o valoro más por ser yo misma norteña, pero frente al tenebrismo bucólico de otros autores, Mulholland nos sumerge en las nieblas densas que confunden los sentidos, nos retrata los estragos de la humedad, los líquenes que se adueñan de los árboles, las hiedras que colonizan fachadas, las manzanas que se pudren en el suelo. En la oscuridad densa, incluso iluminado por una vela, el personaje apenas ve el siguiente peldaño de la escalera. Ese verismo, esa tangibilidad de los elementos, ayuda involucrarse en la narración, frente al distanciamiento del que adolecen otros narradores de la época. La autora desgrana el misterio con calma, se toma el trabajo de retratarnos a los personajes; los escenarios antes mencionados. A veces, y sobre todo cuando muestra paisajes más bucólicos, puede resultarnos sobreadjetivada para los gustos actuales, pero cuando se trata de reflejar lo tétrico, a mí siempre logra fascinarme.

Historias Extrañas. Araña. Libros Porhibidos

En cuanto a virtudes narrativas, Historias extrañas es una antología donde no se repiten esquemas narrativos entre los relatos seleccionados. Lo mismo hay historias con finales turbios que felices; narraciones de mimbres más clásicos y otras más innovadoras. Además, la autora no rehuye la crueldad, cuando toca dar un ligero toque de la misma a sus historias, aunque sin caer en el morbo.

Dentro de la variedad general, hay una constante entre todas las historias, te puedan gustar más o menos, se perciben trabajadas, cuidadas, nacidas de la fascinación de Mulholland por lo sobrenatural.

Pero quizá sea momento analizar los relatos uno a uno.

Esas historias extrañas

«El organista maldito de Hurly Burly» es un buen inicio de antología. La historia se abre con el paisaje irlandés recuperándose de una tormenta, la hermosura asomando a través del barro. La quietud se verá turbada por la llegada inesperada de una desconocida y lo sobrenatural pronto tiñe la narración que se oscurece a cada párrafo. Mulholland juega con un elemento clásico como es el piano (órgano en esta ocasión) encantado, para ofrecernos una historia impregnada de fatalidad y maldiciones heredadas, que gana en interés y potencia a medida que avanza.

De «El espectro de Wildwood Chase» no puedo decir que sea el relato más flojo del conjunto, porque ningún relato se merece ese calificativo, pero pierde fuerza respecto al previo y su cierre puede resultar insatisfactorio a algunos lectores. Cabe señalar que no estamos ante una historia tenebrosa, sino ante un amor de ultratumba. El protagonista, un pintor convaleciente que ha aceptado un trabajo en una mansión rural, se obsesiona con la mujer retratada en un viejo cuadro. La visita por las noches en la galería, fantasea con su romance y las posibilidades de su pronto fallecimiento; no tardará en ver extrañas apariciones de su amada que lo harán dudar de su propia cordura. Personalmente, el relato me ha gustado, porque las historias con obsesiones y cuadros de por medio son una de mis debilidades.

Ella llevaba siendo polvo casi un siglo y quizá yo me convertiría en polvo en menos de un año. Por lo tanto le dije que deberíamos ser amantes.

Sobre romances y dramas sobrenaturales versa también «Una extraña historia de amor», el relato más largo de la antología. Es complicado hablar de él sin destripar la trama, pero la autora nos ofrece aquí una narración donde lo más inquietante no es lo inexplicado, sino la propia naturaleza humana. El amor obsesivo que no atiende a razones, renunciar a nuestra propia salud, talentos o intereses guiados por la devoción ciega hacia el ser amado. Narrativamente me ha gustado menos que otros compañeros de antología, sobre todo en su inicio donde, si bien resulta necesario mostrarnos a los personajes, su amor idealizado y cierta sombra que podría cernirse sobre este, resulta un poco cargante. A Mulholland se le va un poco la mano con lo bucólico y el paisajismo, pero es un problema menor comparado con los elementos positivos del relato.

«El fantasma del Rath» es quizá mi favorito dentro del conjunto. Una vuelta de tuerca a las historias de casas encantadas, ambientada en un decrépito caserón rural. Destaca sobre todo, el talento de la autora para retratar ambientes inquietantes, donde el propio paisaje refuerza lo tenebroso, y una presencia de lo sobrenatural bien dosificada en la historia, al igual que el misterio.

Aquí distinguí más candelabros y cuando me dirigía a encender las velas tropecé con algo. Giré el resplandor de mi linterna hacia aquello y me sobresalté con un repentino escalofrío de terror. Era un alargado ataúd de piedra.

«No tomar antes de dormir» cierra la antología con contundencia. Una historia impregnada de fatalidad y rodeada de nieblas; las propias de Connemara, pero también las que rodean el alma. Mulholand nos muestra a un personaje guiado por el afán de venganza, turbio, egoísta, cuyo nombre es invocando ante los niños traviesos o que no quieren dormirse, como si del Coco se tratase. La autora no lo justifica ni le busca excusas; incluso cuando parece enamorarse, este sentimiento, tantas veces usado como elemento redentor, soloHistorias Extrañas. Casa. LibrosProhibidos acrecienta su maldad. Un detalle que me ha gustado es el uso de términos gaélicos en los diálogos de algunos personajes, que aporta un toque de verismo al escenario rural irlandés.

¿Obra feminista?

Se menciona en el prólogo de antología que Rosa Mulholland, además de una escritora polifacética, dotó su obra de un cariz feminista y protagonistas femeninas fuertes e independientes.

¿Se refleja esto en Historias extrañas?

Diría que solo en parte, quizá porque el protagonismo de muchos relatos recae sobre los personajes masculinos, que incluso narran la historia en primera persona. Tampoco se refleja un afán de lucha o un llamamiento a cambiar la situación de las mujeres. No obstante, el personaje más resuelto de «El organista maldito de Hurly Burly» es una mujer soltera que ya ha pasado los cuarenta, cuyo retrato rehuye los estereotipos habituales que se otorgaban a las solteronas. Parte de los personajes femeninos son fieles al rol de mujer pasiva imperante, pero es precisamente ese afán de sumisión lo que las convierte en víctimas de hombres manipuladores o de su propio deseo de complacer en todo al amado, aunque este no lo pida y sea a costa de los intereses propios.

También se refleja en sus historias la precaria posición de la mujer en la sociedad, sea a través de las pocas oportunidades laborales que tenían, la difícil situación de las solteras sin medios, el nulo poder de decisión sobre su propia vida o como se las trataba cual si fuesen una mercancía en matrimonios acordados. Incluso la única villana de la antología es, a su modo, otra víctima de la sociedad, y sus crímenes son motivados por una mezcla de ambición y afán de supervivencia, no por la maldad pura o los tópicos celos con que otros autores gustan de otorgarnos a las mujeres.

Una antología perfecta para degustar junto a una buena taza de té.

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Foto casa devorada por el bosque. Foto propia.