Año: 2013
Editorial: Autopublicada
Género: Ciencia Ficción
Valoración: Sin calificar
No sé si ya lo he comentado aquí o no (supongo que sí, ya que a menudo uso el blog como terapia desestresante), pero tengo muchas fantasías aún por ver realizadas: dar la vuelta al mundo en velero, dedicarme únicamente a la escritura, o hablar francés, por ejemplo. Pero otra de ellas, y tal vez la menos lejana de todas, es dirigir mi propia editorial. Precisamente, es en momentos como este, justo al haber terminado de leer Porvenir, cuando más desearía esto.
Me explico. Porvenir es una novela de ciencia ficción del escritor novel P.A. García que, suponemos que harto de estamparse contra las puertas cerradas de las editoriales, optó por publicar su obra en Amazon y otros medios similares. A muchos les está pasando como a él; yo mismo, sin ir más lejos, recurrí a ello antes de encontrar un editor profesional. Esta salida es aceptable, pero muy pocas veces se muestra como la mejor opción. Yo creo que P.A. García se ha equivocado autopublicando Porvenir, del mismo modo que los editores de este país se equivocan al no hacer caso a esta genial historia. Llegados a este punto, es donde me encantaría ser yo mismo un editor y poder contar con Porvenir entre mis publicaciones.
A continuación, voy a explicar por qué la he valorado con un Sin calificar. Podría hacer un resumen de la obra, pero como es muy cortita y la acción empieza casi desde el principio, para no ser spoiler prefiero dejar aquí la sinopsis facilitada por el propio autor:
“Año 2059. Después de dos años de búsqueda, la tripulación de la cosmonave Porvenir encuentra una luna aparentemente habitable en otro sistema solar. El descubrimiento puede suponer la solución a las penurias de la vida en la desbordada Tierra. Pero lo que parecía el mayor hallazgo de la historia de la humanidad pronto mostrará una siniestra cara oculta.”
La temática del libro recuerda a otras obras como Cánticos de la lejana tierra del maestro del género Arthur C. Clarke, y explora la idea de un futuro no demasiado distante, donde los terrícolas tendremos que buscar otro mundo que colonizar para huir de nuestro degradado planeta. La idea, no obstante, es original, y su desarrollo y desenlace son llamativos y sorprendentes. Y es que P.A. García se desenvuelve bastante bien creando posibles escenarios. Otro punto a favor, y muy a tener en cuenta, es lo bien documentado que está el libro. Los detalles científicos suenan verídicos, lo que ayuda al lector a creer lo que está leyendo, y sirve a la perfección para recrear la vida en una nave que viaja por el espacio.
El estilo elegido también ayuda mucho al lector. Creo que es un acierto no cargar el texto con descripciones excesivas ni con terminología demasiado compleja, ya que con ello se corre el riesgo de desviar la atención y de entorpecer el avance del propio argumento. Creo que a la ciencia ficción le gusta el estilo directo: cuanto más leo, más me afirmo en esta idea. Otro punto a favor de P.A. García.
Y ahora la parte menos amable: ¿por qué está Porvenir sin calificar? Siguiendo el hilo de lo que comentaba al principio, eso de que me gustaría dirigir mi propia editorial, tengo que reivindicar la labor del editor profesional. El editor no es sólo ese tipo que rechaza tus manuscritos y que, si al final logras publicar, se lleva un porcentaje de las ganancias, sino que cumple una función imprescindible en todo libro que se precie. Ayuda a darle forma, a convertir un manuscrito en un libro. No es cualquier cosa. Siempre que hemos reseñado una obra de un autor autopublicado nos hemos encontrado con el mismo problema: si no hay editor de por medio, el libro corre el riesgo de cometer errores de bulto (y no me estoy refiriendo sólo a fallos ortográficos u ortotipográficos).
¿Cuál es el error en Porvenir? En mi opinión es el tempo, el ritmo. Creo que esta obra requiere un moderato, ir a paso constante pero no demasiado rápido, y sin embargo P.A. García le ha dado un prestissimo, una velocidad endiablada desde el primer al último párrafo. Creo que 172 páginas es claramente insuficiente para un libro que habla del año 2059, de una nave de alta tecnología, de travesías espaciales, de siete tripulantes que llevan un año conviviendo juntos en un espacio tan reducido, de un mundo viejo a punto de colapsar, de un mundo nuevo por descubrir… ¿Qué ocurre cuando toda la información necesaria se condensa en tan poco espacio? Pues que aparecen los errores de este libro:
1) Los personajes ya no sólo quedan desdibujados, sino que caen inevitablemente en los odiosos tópicos.
2) Al no haber dedicado nada al desarrollo de los personajes, los nombres se confunden (en realidad, además de la chica, el prota y “el malo”, no importa mucho quién es quién) y las conversaciones, tan necesarias para dar información en obras tan cortas, quedan impersonales y poco realistas.
3) El efecto que ese mundo desesperado debe ejercer sobre la ambientación queda en un segundo plano, cuando en realidad debería estar impregnando cada página del libro.
4) La argumentación falla en varios puntos importantes. No es lógico *ATENCIÓN: SPOILER* que los 7 tripulantes de la nave más avanzada (y por lo tanto más cara) del planeta, la dejen sola mientras TODOS ellos van a explorar la nueva luna. Tampoco es lógico que los expedicionarios no sigan A RAJATABLA un plan de contingencia en caso de emergencia estando en la luna. No es lógico que todos decidan improvisadamente quitarse la escafandra del traje espacial a ver qué tal. No soy un experto en seguridad interestelar, pero este comportamiento por parte de la tripulación me parece, como poco, pueril. Hay alguna cosilla más del mismo estilo que no quiero desvelar para no ser más spoiler. En fin, que este tipo de cosas sólo consiguen que la historia quede poco creíble. Es necesario trabajar mejor el argumento.
5) La explicación de lo que ha acontecido en la Tierra desde nuestros días hasta ese fatídico 2059, aparece al final del libro, cuando la ya comentada ambientación exige que se explique mucho antes.
Repito: me ha gustado mucho la novela, me encantaría poder editarla y verla en todas las librerías del mundo. Pero necesita un proceso de maduración, una reescritura que hiciera posible plasmar adecuadamente esta cojonuda historia. Lo dice alguien que ya ha pasado por esa experiencia y que sigue buscando evolucionar su escritura y sus relatos en todo momento. Por ello, desde mi humilde opinión, recomiendo a su autor sacar la obra de circulación, dejarla reposar, trabajar más en la idea, y reescribirla con pausa y mimo. El resultado será muy, pero que muy bueno.
Y mientras eso ocurre, la dejaremos sin calificar.