Título completo: Mójate: Elige tu propia aventura erótica
Año: 2015
Editorial: 120 pies
Género: Novela erótica / Elige tu propia aventura
Valoración: Recomendable
Jamás pensé que estas palabras saldrían de mi boca, pero ¡cómo me ha gustado esta novela erótica! Mójate nos llegó de la editorial 120 pies y, a pesar de que tengo bastante manía al género, me animé a leerla, no sólo porque me fío del criterio de esta editorial, sino también porque prometía ser una experiencia nada al uso.
La mejor baza de Mójate es, sin duda, su estructura. No sé si se había hecho antes esto de unir el formato elige-tu-propia-aventura con el género erótico, pero si es que no, manda huevos, y nunca mejor dicho. Al fin y al cabo, en temas de gustos sexuales no hay nada escrito, y la persona que a mí me da un morbo increíble a ti te puede resultar vomitiva. En ningún terreno parece más apropiada la idea de escoger la aventura que queremos vivir.
Mójate está escrita en segunda persona del presente, así que la lectora misma se convierte en Irene, la protagonista, y decide qué rumbos quiere que tome su vida y con qué personas se quiere acostar. Más allá de este planteamiento que, de entrada, resulta muy atractivo, hay que decir que la ejecución está a la altura. Rostock consigue que leer este libro se convierta en lo más parecido a un juego. No es un mete-saca-mete-saca constante, sino que hay una historia con cierta gracia que se nos va contando y que la lectora puede moldear a su gusto. Y la autora también juega con la anticipación; no es hasta bien entrado el libro que aparece la primera oportunidad de sexo. Esto es un plus importante a la hora de crear una experiencia excitante para las lectoras (o los lectores, oye, que para gustos colores), y es algo que lo separa de otras novelas del género.
La poca literatura erótica que había caído en mis manos hasta ahora siempre pecaba de un toque grimaldi; un cierto tufillo a vergüenza ajena que surge de no haber sabido captar el tema sexual con naturalidad. Mójate, en cambio, está escrito en un lenguaje urbano y desenfadado, y las escenas de sexo están descritas con mucha frescura, cierta picaresca y un toque de humor, lo que contribuye a que una se deje llevar y se limite a disfrutar, en vez de pensar ay, qué ridículo es todo esto. Las situaciones que vive Irene son, además, tan cercanas y reales (con un añadido de salidez extrema, claro) que resulta facilísimo meterse en su piel. Y se nos da la oportunidad de hacer cosas que quizá nos atraigan secretamente pero a las que nunca nos atreveríamos en la vida real, como tirarnos a nuestro jefe o participar en una orgía.
Otros dos puntos a destacar para quien esté buscando sensaciones nuevas son, primero, el hecho de que sea un libro diseñado exclusivamente para ebooks, con la discreción que ello conlleva (¿se imaginan leer un libro con semejante portada en el metro?), y segundo, la maravillosa posibilidad de sumergirnos en esta novela todas las veces que queramos y que sea siempre un viaje distinto.
Mójate en ningún caso va a convertirse en un clásico de la literatura, pero lo que busca hacer lo hace muy bien. A quien le apetezca una lectura original y divertida, y se sienta con ganas de explorar (y explorarse), se la recomiendo. Que la disfruten.