Año: 2016
Editorial: Tandaia
Género: Novela
Valoración: Está bien
La reseña de hoy es especial, ya que Cuando la luna brille es la primera novela de Elena Álvarez, jurado de la categoría de relatos en la última edición de los Premios Guillermo de Baskerville. Esta joven autora, amante de la novela histórica, ha elegido para su estreno nada más y nada menos que la Dinamarca del siglo XI, en plena efervescencia de la cultura vikinga. Mi amor por la Historia y la curiosidad que me causan los vikingos (de quienes ya se ha dicho, con bastante mala intención por cierto, que son los nuevos zombis), me han dado alas para devorar esta obra.
Ellisif y Grim son dos jóvenes que, como los demás chicos de su edad en la Dinamarca de principios del segundo milenio, se ven forzados a casarse al abandonar la adolescencia. El mayor problema que ella y él tienen es que no se van a casar entre ellos, sino con otras personas elegidas por sus padres. Comienza así una lucha por el verdadero amor que tienen perdida de antemano.
Lo primero con lo que el lector se encuentra al abrir este libro es su evidente y concienzuda labor de documentación. Esto era algo que yo ya suponía, pues conozco el trabajo de la autora en su blog, Esquinas dobladas, y sé que incide mucho en este asunto (importante para cualquier obra, pero vital en el caso de la novela histórica). A nadie le gusta encontrarse con una espada de acero en el Egipto de la tercera dinastía, o con un coche de gasolina en el siglo XIX, pero esas son cosas que no van a ocurrirle a una escritora tan entregada a la verosimilitud. En Cuando la luna brille podemos encontrarnos numerosas notas al pie explicando palabras escritas en danés antiguo utilizadas a lo largo de la novela para dar mayor realismo. Por mi parte, no soy muy amigo de las notas al pie en las novelas (a no ser que tenga una justificación humorística o sea absolutamente necesario); lo veo poco literario. Sin embargo, he de reconocer que gracias a ellas he conocido bastantes cosas de esta cultura y que me han ayudado a no correr el riesgo de perderme, como perfectamente podía haber sido el caso.
Cuando la luna brille se lee en cuatro ratos. Esto es bueno y, al mismo tiempo, malo. Por un lado, la historia lleva al lector hacia adelante con una facilidad pasmosa. Pero por otro, da la sensación de que la narración se deja cosas atrás. Esto no significa que queden lagunas, en absoluto; sin embargo, creo que esta historia de amor imposible pide a gritos ser contada con más calma, en un mayor número de páginas, dando importancia a todas las estaciones que pasan. Creo que Elena Álvarez ha construido una historia estupenda que se queda como huérfana en sus escasas 144 páginas (demasiado pocas, insisto). Me hubiera encantado encontrarme con esta misma historia contada desde los puntos de vista de los cuatro personajes principales, conocerlos mejor, ver esas dobleces que tienen pero que solo da tiempo a intuir. También hay temática e historia para ir más despacio con otras subtramas. En fin, creo que la autora ha pecado de exceso de humildad cuando, en mi opinión, lo tenía todo a su favor (una trama interesante y una documentación de 10) para aventurarse en una obra más ambiciosa, con más peso. A lo mejor le pudo la presión por ser esta su primera obra.
De cualquier forma, la sensación global es positiva. No solo me ha resultado gratificante este primer acercamiento al pueblo vikingo, sino que ahora quiero más. Y también, por supuesto, quedo a la espera de próximas obras de la autora.