Año: 2013
Editorial: Triskel Ediciones (2014)
Género: Relato
Valoración: Está bien
Conocí a Celia Corral en Madrid hace muy poco, durante la última Blogger Lit Con. Yo ya sabía de ella al estar al tanto de las novedades de Triskel Ediciones pero no dejó de sorprenderme su aplomo, para nada acorde con su edad. Mayor fue mi sorpresa al descubrir que sólo contaba 22 años cuando escribió Ontromus, la obra que hoy nos ha traído aquí.
Ontromus es un monstruo, un ser oscuro y misterioso que vive con Estela, una chica que sufre los estragos del paso de la adolescencia a la vida adulta en un hogar azotado por el infortunio. Estela intenta llevar una vida normal pero, ¿cómo hacerlo si tu compañero de habitación tiene por costumbre realizar cacerías nocturnas para alimentarse de otros seres humanos?
Muchas cosas se pueden decir de este libro pese a que, por su extensión, no sé si catalogarlo como novela corta o relato. Para empezar, casi no se nota que Ontromus es una ópera prima porque tiene muy pocos de los clásicos puntos débiles de un autor novel. Tal vez, el empezar a un gran nivel para luego decaer, es el más evidente. No digo que haya un escalón entre el principio y lo demás, pero resulta que el prefacio es, sencillamente, para enmarcar. Esto le pone las cosas muy difíciles al resto de capítulos:
–Anoche soñé que volaba… Saltaba desde muy alto y sentía mi cuerpo caer.
La confesión se escurrió de mis labios sin pensarlo, descansando aquella mañana al borde del hondo barranco de las afueras. Evoqué aquel sueño al contemplar el riachuelo que fluía a los pies del abismo sobre el que solíamos sentarnos, lo bastante profundo como para hacerme rememorar la punzada angustiante de la pesadilla, de aquel salto al vacío.
La respuesta mordaz de Ontromus no tardó en llegar, haciendo trizas todo posible misticismo:
–¿Y despertaste cuando tus sesos se estrellaron contra el suelo?
Este virtuosismo, esta capacidad de formar imágenes de gran belleza con un lenguaje simple está presente en las primeras páginas, pero muy raramente se consigue en el resto (puede que sólo a ráfagas, sobre todo en el final).
Por otra parte, y aun a riesgo de resultar reiterativo en mis reseñas, creo que esta novela debería tener algún capítulo más. Ojo, no estoy abogando por meter relleno, pero sí introducir más información sobre la vida de Estela (si ha tenido relación con el mundo paranormal anteriormente, si cree en ello, si tiene mucha imaginación, si ha sido feliz, si le ha ocurrido algún episodio traumático en el pasado, si ha sido traicionada, si tiene tendencia a la bondad o a la maldad, o a la culpa…). Estos detalles habrían ayudado a dar mayor profundidad a la protagonista, y a su vez, servirían para crear pistas falsas sobre el posible final, ya que, al menos en mi caso, imaginé bastante pronto cuál podría ser.
Esta precipitación no le resta ninguna calidad al escrito. Celia Corral sabe manejar a la perfección los tiempos narrativos, teniendo especial buen gusto con las descripciones, siempre ricas y sin llegar a caer en innecesarias florituras. Veo necesario volver a repetir la edad de la autora en el momento de desarrollar este libro, 22 años, practicamente un bebé si se le compara con la edad media de los novelistas. No puedo esperar a leer más de ella y ver su evolución, pues en Ontromus demuestra hechuras de buena narradora. Y promete. Mucho.