Alex Puig Linares: Círculos

Círculos. Libros Prohibidos

Año: 2017
Editorial: Autopublicado
Género: Novela (terror)
Valoración: Pasable

Siguiendo el rastro de los Primigenios

No son muchas las obras de terror las que nos llegan a Libros Prohibidos y eso que, junto a la fantasía y la ciencia ficción, es uno de los pilares de lo que se conoce como género fantástico. Desconozco si esto se debe a que los hispanohablantes somos más dados a imaginar futuros posibles o mundos imposibles que a tratar de ponerle los vellos de punta al vecino. ¿O será que somos especialmente valientes? ¿O especialmente cobardes? Sea como fuere, hoy traemos Círculos, obra de terror cósmico de Alex Puig Linares.

El profesor de la universidad de Miskatonick, Allen Zadok, acude a la costa croata para investigar un nuevo hallazgo misterioso que, como la gran parte de estos, apunta a ser un nuevo fraude. Se trata de unos sorprendentes círculos aparecidos en el fondo marino. Una vez allí tiene la oportunidad de comprobar que estas anomalías coinciden con el apogeo de criaturas mitológicas locales que pueden suponer el despertar de un terrible mal.

Lovecarft. Círculos. Libros Prohibidos

Tal y como podemos ver en la sinopsis, nos encontramos con un relato que bebe directamente de la tradición del, para unos, genio y, para otros, loco de Providence: H. P. Lovecraft. Tanto la ambientación, como algunos personajes —incluyendo al propio protagonista, Allen Zadok—, como el origen del mal que amenaza al mundo, han sido extraídos del imaginario lovecraftiano. Esto convierte a Círculos en una obra recomendable para la legión de amantes de este subgénero —incluyendo también a los Weird Tales— o directamente para aquellos que no conocen estas sendas y que desean inicarse.

Vamos a lo que muchos pensarán que es lo más importante en una obra de estas características: ¿da miedo o no? Pues, personalmente, no es por hacerme el valiente —no lo soy en absoluto—, pero me parece que no mucho. Es cierto que Círculos se encuentra inmerso por completo en esa atmósfera brumosa que Lovecraft usaba para sus relatos. Además, su autor utiliza imágenes desagradables, duras en muchos casos, que pueden hacerle pasar un mal rato a los más sensibles. Además, Alex Puig procura por todos sus medios y en todo momento mantener el misterio. Si a eso le sumamos que toda la acción tiene lugar en un sitio remoto con idioma incomprensible, y que parte de ella se desarrolla en cavernas, el fondo marino o una iglesia «especial», tenemos un buen puñado de ingredientes para conseguir su objetivo. Y, pese a todo, creo que no termina de funcionar.

Le seguimos por el largo corredor, abarrotado con cuadros de los alcaldes anteriores. Los pintores no les habían hecho ningún bien al caricaturizarlos, todos tenían enormes ojos vidriosos, papadas desorbitadas, ausencia de cejas, en algunos casos, y de cabello, en la mayoría de ellos. Una galería de los horrores es lo que era, y no una exposición de arte.

Cuando una gran ambientación no es suficiente

Como ya comentaba, la ambientación está perfectamente conseguida. Sin embargo, creo que el autor puede manejar mucho mejor las escenas para crear mayor tensión. En ocasiones, la información se ofrece al lector de una forma demasiado diáfana, de modo que no hay lugar para la duda y se alivia en buena medida el posible misterio que podría generarse. Le falta guardarse más ases en la manga, tardar más en enseñar sus verdaderas intenciones para crear mucho más suspense. En muchos casos, la historia, cuyo planteamiento es magnífico, va demasiado rápido. A veces las cosas ocurren atropelladamente, cuando la narración, en realidad, está pidiendo más pausa para hacer sufrir al lector, que es justo lo que más interesa en una obra de estas características. Lo normal suele ser que a los libros les sobre texto, pero en este caso creo que le sentaría mejor una narración más pausada, más rica en detalles y que, al mismo tiempo, manipulase las impresiones del lector de una forma más fría y malvada.

Dagón. Círculos. Libros Prohibidos

Puede que la estructura lineal de Círculos no sea lo que mejor le viene a la hora de crear el requerido suspense, aunque tampoco debería ser el mayor impedimento si se juegan bien las bazas y se logra sorprender al lector. Pero resulta que, una vez que el profesor Allen Zadok llega al misterioso pueblo, resulta muy fácil ver hacia dónde se dirige la historia. En este aspecto, la novela echa en falta una serie de giros que descoloquen al lector, que le hagan ver que la idea que se hizo en un primer momento es equivocada, que la historia que tiene delante puede salir por unos derroteros totalmente distintos. Así es como entiendo que este libro aprovecharía todo su, por otra parte, tremendo potencial.

El padre Maesh se despidió, no sin antes dedicarnos una mirada inquisitiva y desaparecer dentro de la iglesia. Algo no encajaba, no sabía qué era, pero una sensación de alerta se había activado en mi cerebro y empezaba a encajar las piezas sin ser yo consciente de ello. Nos acercamos a la iglesia y nos detuvimos delante de sus puertas. En grandes letras descoloridas se podía leer: «Crkva oboavanje Dagon»

De todas formas, ha sido un placer este encuentro inesperado con el terror cósmico lovecraftiano que, como ya comenté antes, será capaz de remover el interior de los aficionados al caminante de Providence.

Hazte con un ejemplar de Círculos haciendo clic aquí.