El festival Celsius 232 de 2019, como es habitual, contó con un buen número de invitadas interesantes. Una de ellas fue la de una escritora gallega que presentó su novela La balada de los unicornios, ganadora del premio Kelvin 505 a la mejor novela juvenil en castellano. Se trata de Ledicia Costas, una vieja conocida de los lectores gallegos más jóvenes, y que desde hace años, traducciones mediante, viene labrándose un nombre entre el público infantojuvenil de toda España.
Porque Ledicia Costas (Vigo, 1979) no es ninguna recién llegada al panorama fantástico nacional. Doce novelas juveniles, dos para adultos, cuatro firmadas a medias y trece obras colectivas (incluidas incursiones en la poesía) la avalan hasta el momento. Cifra que previsiblemente crecerá muy pronto, dado el ritmo de publicación que mantiene en la actualidad.
Fantasía desde los comienzos
En sus propias palabras, la autora viguesa comienza a escribir en la adolescencia. Sus primeras publicaciones datan de 2000, cuando solo cuenta 21 años. Y serán en su lengua propia, el gallego. La antología Narradoras y la novela Unha estrela no vento ven la luz en la editorial Xerais, marca del grupo Anaya en Galicia y una de las dos gigantes de la literatura gallega junto a la editorial Galaxia. Xerais apostará con firmeza por Costas, que quedará vinculada (aunque tampoco en exclusiva) a la editora hasta la actualidad.
Después llegarán O corazón de Xúpiter y Xardín de inverno (traducida más tarde al castellano y al inglés), ambas en 2012. Recinto Gris (2014) es una distopía juvenil de atmósfera kafkiana, que narra la reclusión de poblaciones enteras en campos de concentración por un ejército totalitarista de hombres-lobo. Es una obra aún imperfecta, con un argumento apenas esbozado que daría para mucho más con una mayor extensión, pero que ya muestra elementos definitorios del universo literario de Ledicia Costas, como la fantasía enfrentada a la cotidianidad aplastante o la relación de complicidad entre abuelo y nieta.
Escribiendo a cuatro manos
En paralelo a estas publicaciones, Costas edita cuatro novelas en co-autoría con el catalán afincado en Galicia Pere Tobaruela, bajo el seudónimo conjunto de Pereledi. De 2011 a 2013 escriben Desaparición (disponible también en catalán), Mortos de Ningures, Letras de xeo y Ouro negro. Cuatro historias detectivescas y de misterio dirigidas a distintas edades, que corroboran el compromiso con el público infantojuvenil. En Desaparición y Letras de xeo, más fantásticas, tienen un papel central el propio lenguaje y sus elementos, letras y palabras. Las otras dos, traducidas al castellano (Muertos de Ningures y Oro negro) presentan a una detective clásica, la Inspectora Nola, en un mundo de lugares fantasiosos (Ningures, Algures, Todures) donde se tratan temas sociales como la inmigración o el racismo.
Y llegó Escarlatina
La publicación de Escarlatina, a cociñeira defunta (2014) marca el punto de inflexión en la carrera de Ledicia Costas: gana el Premio Nacional de Literatura infantil y juvenil de España de 2015. Abandona la abogacía y se dedica en exclusiva a escribir.
Escarlatina es una historia que transpira la influencia estética de Tim Burton, protagonizada por un niño vivo y el fantasma de una niña muerta, que trata las cuestiones de ultratumba con la naturalidad y la falta de tabúes que caracteriza a la cultura tradicional gallega. Ilustrado por Víctor Rivas y alternando la narración con recetas de cocina, se convierte en un éxito de público. En 2016 disfrutaremos de la precuela, Esmeraldina, a pequena defunta, ambientada en el Salvaje Oeste y que es, a su manera, una historia Weird West. Os arquivos secretos de Escarlatina (2017), una recopilación de recetas, historias breves y otros contenidos extra, cierra la serie hasta el momento.
Las tres entregas combinan el humor, el terror, la fantasía y la afición por la cocina con valores actuales y la reincidencia en la relación abuelo-nieto, donde el anciano siempre es aliado del niño. Veremos que este es uno de los rasgos que emparenta a Ledicia Costas con su principal influencia, Roald Dahl, y que siempre recuerda a los protagonistas de Charlie y la fábrica de chocolate; Charlie y el gran ascensor de cristal o Las brujas.
Ledicia Costas y las protagonistas
En sus siguientes novelas, Costas va a continuar ofreciendo historias protagonizadas por niñas. Jules Verne e a vida secreta das mulleres planta (2016), para el público juvenil, recupera uno de los dos viajes realizados por Jules Verne a Vigo (ciudad orgullosa de su carácter verniano) para articular una historia que involucra al industrial Antonio Sanjurjo Badía, a una niña apasionada por la ciencia y a una curiosa raza de mujeres-planta. La novela introduce también el steampunk, al que Ledicia Costas regresará con asiduidad en el futuro.
As peripecias de Extravaganzza Pérez (2018) es una historia de aventuras y viajes fantásticos, para lectores a partir de 10 años, en los que Extravaganzza (una niña de aspecto peculiar y gran inteligencia, así como despierta y curiosa) recorre el mundo en un artefacto volador, propulsado por flamencos, en busca de sus pintorescos padres. Un viaje de autodescubrimiento que evoca al de James y el melocotón gigante (de nuevo Roald Dahl), a El maravilloso viaje de Nils Holgersson de la sueca Selma Lagerlöf o a otros libros con animales extraordinarios y lugares utópicos como Una misión monstruosa de Eva Ibottson.
A señorita Bubble (2017), a partir de diez años, tiene un triplete protagonista femenino: la propia señorita Bubble, una inventora enigmática y fascinante, y dos pequeñas hermanas que se ven inmersas en su mundo. Mujeres son también sus enemigas: dos malvadas hermanas que dirigen la escuela local, y en la que es fácil ver la impronta de la terrorífica señorita Trunchbull de Matilda.
La señorita Bubble mezcla a Willy Wonka con Mary Poppins y la señorita Honey, y crea un universo personal muy potente, con un personaje burtoniano como es el pequeño Vincent, inventos llenos de ruedas dentadas y mecanismos a vapor, y por encima de todo la fantasía al rescate de la grisura cotidiana. La inventora es la aliada contra los adultos que Roald Dahl facilita a todos sus héroes.
Steampunk a toda máquina
La semilla sembrada en estos primeros escarceos con el steampunk (ojo a la invención de Sanjurjo Badía en Jules Verne e a vida secreta das mulleres planta) eclosiona y cobra toda su entidad en A balada dos unicornios (2018), novela ganadora del Premio Kelvin 505 de 2019 a la mejor novela juvenil.
Tenemos nuevamente a una protagonista, un mundo que conjuga ciencia y magia, un Londres ucrónico en el que Jack el Destripador se pasea a su aire y dos facciones enemigas, que representan la luz y la oscuridad y que rigen respectivamente el Reino y la Escuela de Artefactos y Oficios, librando una guerra soterrada. La joven Ágata McLeod, inventora brillante, emprende un viaje para salvar de la muerte a su amigo León. Tendremos sombreros-hélice, teteras rodantes, implantes a vapor, ojos mecánicos y mucha magia, en un universo que se desarrollará en novelas posteriores.
Escribiendo para adultos
Ledicia Costas no ha querido circunscribirse a la LIJ, y en 2015 publicó con Xerais su primer libro para adultos, Un animal chamado néboa, una antología de relatos sobre los horrores de la guerra.
Mas será en 2019 con Infamia, una novela negra con los abusos sexuales de la Iglesia Católica como trasfondo, que llame la atención del gran público adulto. Las críticas generalizadas están siendo muy positivas, por lo que es posible que la viguesa se anime a seguir escribiendo también para los mayores (aunque muchos ya disfrutemos de su obra infantojuvenil).
Roald Dahl, viajes y familia
Hay una serie de elementos constantes en el universo literario de Ledicia Costas. Uno es la permeabilidad con la obra de Roald Dahl, que contagia a la de la viguesa su alianza con los niños frente a los adultos serios y aburridos y su gusto por los argumentos más disparatados y por los secundarios estrafalarios.
Otro es el viaje como fuente de aventuras, situaciones disparatadas y desafíos para la protagonista. Vemos como As peripecias de Extravaganzza Pérez, Jules Verne e a vida secreta das mulleres pranta y A balada dos unicornios están construidas sobre el esquema del viaje del héroe. Esquema infalible y que funciona particularmente bien en la LIJ.
El tercero es la importancia de la familia, en particular de la figura de los abuelos. En Recinto gris; Escarlatina, a cociñeira defunta y A balada dos unicornios, el abuelo del protagonista es una figura clave en la trama (los asistentes a la presentación de Costas en el festival Celsius de 2019 reconocerán en Recinto Gris la anécdota de la trampa eléctrica para gatos inventada por el propio abuelo de la autora). En As peripecias de Extravaganzza Pérez y en Esmeraldina, a pequena defunta la familia en su conjunto tiene un papel similar. En A señorita Bubble, las hermanas protagonistas obtienen de la inventora toda la comprensión y todo el apoyo que no reciben de sus progenitores, clásicos adultos dahlianos.
Y por último, la normalización de las protagonistas femeninas, niñas inteligentes, curiosas, valientes y con interés por la ciencia y el conocimiento. Personajes resueltas, valientes y con iniciativa (en A señorita Bubble se enfrentan a todo un pueblo para defender a una persona inocente de la injusticia), que rompen el estereotipo «niña inteligente = empollona modosita», con los que la autora colabora a visibilizar a las mujeres en la ficción y a ofrecer referentes a las jóvenes lectoras.
Ledicia Costas, disponible en varios idiomas
Aunque en este artículo usamos los títulos de las obras de la escritora gallega en su idioma original, el gallego, es preciso señalar que muchos de ellos están disponible no solo en castellano, sino también en otros idiomas, gracias a la popularidad lograda por Costas a partir de Escarlatina. Anaya traduce sus novelas al castellano, la Editorial Barcanova (brazo de Anaya en Catalunya) lo hace al catalán, Mondadori llevó La vita segreta delle Donne Fiore al italiano y Small Stations Press puso Heart Of Jupiter a disposición del público anglosajón. Actualmente las ediciones en gallego, castellano y catalán son prácticamente simultáneas.
Con lo cual no hay excusa para no aventurarse en los mundos de fantasía nacidos de la imaginación de Ledicia Costas, autora infantojuvenil que se ha ido ganando su espacio en el mercado literario español gracias a su sentido del humor, sus despiertas protagonistas y su divulgación del steampunk entre los más jóvenes.