Fabián Plaza Miranda: Übermenschen

Übermenschen, Libros Prohibidos

Año:2017
Editorial: Autopublicado
Género: Distopía
Valoración: Está bien

Superhombres y superpoderes

Supongo que en el contexto global de una obra literaria, el peso específico del apartado final que se dedica a «agradecimientos» debe ser ínfimo y apenas merecer que se lo mencione. Sin embargo, me parece interesante comenzar la reseña de Übermenschen resaltando una de las reflexiones que hace Fabián Plaza Miranda al concluir la obra:

 

Esto debería hacernos pensar un poco cuando oigamos voces sugiriendo que violemos leyes o destruyamos garantías procesales en el nombre de la «guerra contra el terrorismo» […] Si hay dudas sobre la eficacia de una medida, las garantías constitucionales deberían prevalecer. Caso contrario, nos encontraremos en un mundo en el que cualquier amenaza al poder será considerada —falsamente— terrorismo.

Las cursivas son mías. Como veremos, la idea-fuerza de Übermenschen es precisamente el terrorismo y la lucha antiterrorista. En mi caso, coincido plenamente con las ideas que defiende Fabián Plaza, y creo que cada vez (dados los recientes acontecimientos en política internacional) es más necesario recordar que la amenaza del terrorismo no justifica un retroceso en el ejercicio de libertades civiles por parte de la ciudadanía. Dicho lo cual, vamos con la reseña en sí.

Úbermenschen se traduce por superhombre. Según explica Nietzsche, el superhombre es aquél que no se somete al conjunto de valores predeterminado, estático y definido por un mundo eidético externo, que reniega y devalúa la existencia. El superhombre es el niño capaz de crear por sí mismo los valores, en un continuo devenir cambiante y apegado al cuerpo y a la tierra, donde lo decisivo es el devenir, el cambio y la diferencia (siguiendo la lectura de Deleuze).

En la obra de Plaza, coexisten dos grupos sociales diferenciados entre sí por sus capacidades naturales. De una parte, los defectos, y de otra, los Perfectos. Los defectos tendrían las cualidades que pudiéramos tener cualquiera de nosotros, mientras que los Perfectos desarrollan poderes como la telequinesis o la precognición. En función de esas cualidades, los dos estratos sociales tienen adjudicados distintos espacios. Los Perfectos pueden ir a la Academia (donde perfeccionan sus poderes) y a la Universidad, hay barrios geográficamente separados de Perfectos y defectos.

Si bien no es determinante para el desarrollo de la trama, pero dado que hay varias referencias a la obra de Nietzsche, indicar que la sociedad que imagina Plaza es totalmente antinietzscheana, pues lo que define la obra de Nietzsche (y lo que le otorga un lugar muy destacado en la historia de la filosofía) es la ruptura con un concepto esencialista de la realidad y, por tanto, de la naturaleza humana. En ese sentido, la distinción por cualidades naturales que describe Plaza estaría más cerca de un modelo platónico (en el que la sociedad sí se divide en estratos por cualidades naturales o «tipos de alma») que de un modelo nietzscheano. Forzando el argumento, se podría entender que el propio desarrollo de la trama es nietzscheano (especialmente en lo que toca al ulterior desarrollo de poderes en el grupo de los defectos), al culminar sugiriendo la posibilidad de una sociedad más justa y equitativa, menos estática, en la que no hay distinción por cualidades naturales.

Nietzsche, Libros Prohibidos

Aludiendo a Nietzsche, esta habría sido mi propuesta de portada alternativa para Übermenschen

Übermenschen, entre la ficción y la política.

Concluida la digresión filosófica, indicar que Übermenschen posee muchos elementos notables. Además de invitar a la reflexión constante sobre nuestros principios democráticos, Plaza construye una obra amena, intrigante y entretenida. El inicio es realmente muy bueno y, salvo algunos momentos de transición hacia mitad de novela, mantiene la tensión y el ritmo narrativo, generando interés y curiosidad por saber qué está pasando.

Übermenschen plantea una doble trama al inicio. De una parte, un atentado terrorista reivindicado por miembros de la sociedad de los defectos, y de otra, un defecto que, sin haber pasado por la Academia perfecta, ha conseguido entrar en la Universidad, vetada hasta entonces a los de su clase. A lo largo de la obra, se irán mostrando las interconexiones entre ambas subtramas, de manera coherente y verosímil. El desenlace, pese a que pone en juego multitud de elementos, mantiene la coherencia interna y no deja cabos sueltos, lo cual es especialmente destacable dada la extensión de la obra y la complejidad del argumento.

Tras pensarlo, Fred pidió que bajaran una telequinética, un F4 y una vidente, en ese orden. Aquellos eran los poderes que podía llegar a necesitar…o que servirían de algo en la estrecha galería. […] Confiaba en que avanzando junto a una M1 pudieran detectar posibles amenazas antes de que cristalizaran.

Plaza evita caer en reduccionismos de buenos y malos, y consigue dar una visión amplia y de conjunto de los distintos factores y motivaciones que van articulando el desarrollo dramático (los terroristas defectos, los altos cargos Perfectos, las pesquisas policiales, etc), siendo capaz de incorporar personajes que transmitan al lector los distintos puntos de vista que puede haber en torno a un atentado terrorista, sin dar la impresión de que esos personajes tengan una función ideológica. Es decir, insertándolos de manera natural en el cuerpo del texto, y además otorgándoles un carácter personal y una idiosincrasia propia, independiente del desarrollo principal de la obra

También es destacable la voz narrativa. La obra está escrita en tercera persona y utiliza el recurso del narrador equisciente de percepción limitada (creo que es la tercera vez que os emplazo a este post, pero os aseguro que no he encontrado nada que lo describa mejor). Plaza adopta el prisma de los distintos personajes en cada caso y consigue diluir su voz personal en el flujo de ideas y acciones de sus personajes, sin inmiscuirse en ningún momento, lo cual es muy valorable.

Worldbuilding

Por otro lado, la obra muestra ciertas dificultades en lo relativo al worldbuilding (ambientación, construcción de mundo, contexto…). Übermenschen utiliza elementos de fantasía o ciencia-ficción (como los superpoderes de los Perfectos), modifica la monarquía española por una República, introduce las Academias y las Universidades como elementos exclusivos de la sociedad Perfecta, y dota a los defectos de un gobierno propio y de un especial fervor religioso. El resto de elementos que articulan el contexto son realistas. La acción transcurre en Barcelona. Las aficiones, hábitos y conversaciones entre los personajes son las que pudiéramos mantener cualquiera de nosotros. El funcionamiento del departamento policial (incluso teniendo en cuenta que utilizan superpoderes) es demasiado similar al que observamos hoy día. Los barrios de los defectos no difieren de cualquier barrio al sur de cualquier gran ciudad. Los medios de transporte y de comunicación son los mismos que utilizamos hoy día. El funcionamiento y la articulación de las células terroristas, así como su modus operandi, es muy semejante a lo que vemos día a día en la televisión. Es decir, se trata de una obra de ambientación realista, pero que incorpora algunos elementos de fantasía. Así por ejemplo, resulta que nada diferencia a Perfectos y defectos, salvo en los momentos en que los primeros ejecutan sus poderes. Sin embargo, todos parecen reconocerse entre sí e identificarse sin problemas como Perfectos y defectos. Ese tipo de contradicciones, en mi opinión, obedecen a esos problemas en lo relativo al contexto.

Puesto que el objetivo de Plaza al escribir Übermenschen parece ser elaborar una metáfora de la sociedad actual en lo que toca a la percepción del terrorismo, creo que esos problemas se podrían haber solucionado de dos maneras: o bien construyendo un mundo alternativo más elaborado y con mayores elementos que lo distinguieran del nuestro, o bien dejando de lado cualquier elemento de fantasía y escribiendo una novela de corte realista. En ambos casos habría funcionado. Sin embargo, esta solución intermedia no termina de definirse y le resta credibilidad a la historia.

En cualquier caso, la obra está bien narrada, posee una trama muy interesante y muy bien llevada, y sugiere una serie de reflexiones acerca del tratamiento occidental del terrorismo que para mí son absolutamente necesarias a día de hoy, y con las que coincido plenamente. Agradecer desde aquí al autor su interés por transmitir ideas como mesura, convivencia, juicio crítico, respeto mutuo y comprensión del otro, en un mundo en el que desgraciadamente cada vez más imperan el radicalismo, la barbarie, el juicio apresurado o la violencia gratuita.

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