Título completo: El morador
Autora: Daria Pietrzak
Año: 2021
Editorial: Dilatando Mentes Editorial
Género: Novela (terror)
Daria Pietrzak ha escrito El morador, una novela de terror excelente que te recordará a las clásicas historias con familias malditas, casas encantadas y presencias extrañas, hilada de tal manera que te asombrará según avances en la historia.
Lis vuelve a casa de su abuela tras la muerte de esta, decidida a poner las cosas en orden para poder seguir con su vida. En realidad ella no debería estar ahí, sino su hermano, pero ambos están muy ocupados y no había otra forma de hacerlo. Al principio, parece la casa de siempre pero, poco a poco, empezará a sentir que ahí hay alguien más.
Todo parecía idílico
Al comienzo de El morador parece que estamos leyendo una historia muy distinta de la que vamos a acabar encontrando. Lis recuerda sus veranos con su hermano en casa de su abuela, las aventuras que vivieron y las pocas ganas que tenía su padre de volver allí. Parece todo bastante normal, incluso podemos pensar que nos han engañado, ¿dónde está el terror? Ay, Daria Pietrzak nos engaña durante unas páginas, pero poco a poco la oscuridad se irá introduciendo y no habrá forma de echarla.
Necesitaba comprender lo que había sucedido y a lo que me enfrentaba y puesto que la información que estaba en mi poder era escasa e inconexa, me decidí a encontrar la respuestas al enigma por mi propia cuenta; después de todo, ahora yo también era parte de aquella historia, el último eslabón, y merecía conocer los hechos que me precedían el tiempo.
Como si se tratara de un puzle, Lis empezará a unir puntos y algunos recuerdos volverán a ella de una forma distinta. No sé si lo sabréis, pero los recuerdos pueden llegar a distorsionarse con el paso del tiempo y, a veces, nuestra mente infantil veía las cosas de una manera muy distinta a cómo eran en realidad. Es algo frecuente y cuando eres mayor pueden venirte esos recuerdos de repente y caer en la cuenta de que quizás no pasó exactamente como tú creías.
Pues aquí pasa algo bastante parecido. Lis veía su infancia de cierta forma y creía que había dejado de ir allí por falta de tiempo ¿pero y si todo lo que creía no era cierto? ¿Y si aquella granja no era tan idílica como creía?
Todos estamos unidos
Un punto que me ha gustado mucho de El morador es que varias familias que, aparentemente, no tienen nada en común están unidas por algo sobre lo que ellos no tienen ningún control. Al menos aparentemente.
La novela tiene una estructura que no estoy acostumbrada a ver y que creo que resulta interesante. Si bien la historia principal podría parecer la de Lis, lo cierto es que hay capítulos que están estructurados como relatos cortos en los que nos hablan del pasado de otras mujeres que también estuvieron unidas a esa casa. Así, poco a poco, vamos viajando cada vez más al pasado y vamos conociendo el principio de toda la historia.
Con la ayuda de la investigación de la abuela de Lis, comenzamos leyendo sobre su vida y, después, seguimos las vidas de otras dos mujeres. Si bien es cierto que en algunos momentos los capítulos se me hicieron muy largos (quizás yo los habría dividido de otra forma), el contenido es muy interesante y hace que las piezas que nos faltaban del puzle vayan encajando.
Como nos anuncia el libro desde el principio, es una historia de brujas y está lleno de folklore, algo que vamos intuyendo según va avanzando la historia. Y como ya sabéis que yo siempre aviso de los TW, os diré que es bastante cruenta y que hay descripciones explícitas, sangrientas y situaciones muy desagradables. A mí no me ha supuesto nada, puesto que este tipo de escenas en este contexto no me incomodan demasiado y me gusta el terror más oscurillo, pero os lo aviso por si sois de otro tipo.
El morador está llena de mujeres que se ven envueltas en esta situación sin querer o yéndola a buscar, desesperadas por su presente. Aunque claro, ninguna sabe que sus acciones condenan a las demás y esto hace que la historia sea aún más interesante porque lo único que quieres es seguir leyendo para saber cómo ha ido afectando generación tras generación la decisión de una persona.
La casa está viva
Me gustan los libros sobre casas encantadas, aunque soy la típica que tiembla ante un pasillo largo y oscuro. Porque, claro, una cosa es leerlo desde la seguridad de tu casa y otra vivirlo. Pero si tuviera que definirme de alguna forma en cuanto a casas sería como alguien a quien no le gustan los pasillos ni las casas mal iluminadas. Y aunque esta casa no los tiene, al leer El morador me sentía igual que cuando era una cría y tenía que ir al baño en casa de mi abuela.
En la casa hay algo, aunque no sabes qué es exactamente. Lis siente la presencia de algo malo que parece perseguirla y su mente adulta recuerda que también tenía esa sensación cuando era una cría. Delante de la casa hay unas flores que parecen no morir nunca y nadie parece querer acercarse allí. La casa, por cierto, es una granja y nadie mataría por vivir en ese lugar. Hay algo que parece gritar que nadie se acerque, por muy bonita que pueda parecer.
¿Pero qué es? Una mujer acabó volviéndose loca allí, un hombre muerto, otro desaparecido… Los vecinos la evitan y solo la amiga de su abuela se acerca, aunque le pide que se quede a dormir en su casa.
Sentía algo extraño, aunque no estaba segura de cómo explicarlo; tenía el presentimiento de que había alguien más en la habitación, alguien que imitaba sus pasos en silencio, desplazándose a su alrededor al mismo tiempo que ella, como una pareja de baile, provocando esa sutil corriente de aite que no había dejado de percibir, tan débil pero real.
Desde luego no es la típica casa encantada, o sea que no os imaginéis puertas abriéndose y cerrándose, o ruidos demasiado extraños. Simplemente hay una presencia tan oscura que parece helarte cuando se acerca. Este es uno de los grandes misterios de la novela, unidos a las imágenes de su abuela que empiezan a aparecer en su mente. ¿Por qué a veces su abuela estaba en medio del pasillo completamente ida? ¿Qué le ocurría?
Y sí, ya que sé que no os he hablado del morador de la casa, exactamente, ¿pero qué gracia tendría? Os destriparía el punto más importante de la historia. Solo diré que es una presencia que siempre ha estado ahí, ¿pero se irá algún día? ¿o habrá que sufrirla para siempre? Pues tendrás que leerlo para saberlo.
Si tuviera que decir los puntos fuertes de El morador diría que son la construcción de personajes y la extraña presencia que hay a lo largo de toda la historia. No os quiero decir más porque tengo la sensación de que en cualquier momento se me va a escapar un spoiler y vais a venir a cortarme en pedacitos. En cuanto al punto más débil diría que la largura de los capítulos donde viajamos al pasado, rompen un poco el ritmo de la historia y, aunque son interesantes, te alejan un poco de la principal.
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Foto de Carlos de Miguel.