Año: 2019
Editorial: Cerbero
Género: Ciencia ficción
Obra perteneciente a la sección oficial de los Premios Guillermo de Baskerville 2019
La rutina de lo extraordinario
La de Bionautas debía ser una reseña analítica y templada. Algo así como son los protagonistas de la historia de la que vengo a hablar. Pero entonces llega una narración que no va de nada y va de todo un poco, te zarandea y echa por los suelos tus planes.
Bien escrita, sencilla —con ese tipo de sencillez a la que es tan difícil llegar— y sin grandes estruendos, llega la vida de Elio para explicarnos cómo suceden los primeros contactos entre terráqueos y bionautas. De hecho la novela no va de mucho más, con eso estaría contado. Y sin embargo dejaríamos al margen un montón de detalles que son los que hacen que atrape completamente.
Los bionautas son unos seres de nuestra misma especie que han vagado durante mucho tiempo buscando un lugar en el que poder residir. Son iguales a nosotros y, sin embargo, completamente distintos a la hora de comportarse y de compartir. Si bien su comunicación se desarrolla mediante una red de conocimiento en la que queda todo expuesto, y donde no existen los secretos, no entienden el contacto físico entre diferentes especímenes. Pisan la tierra y quedan bloqueados ante tantas sensaciones, pero son capaces de vivir en un foro permanente de voces y datos sin quedar extasiados.
Su sobriedad va acompañada de una disciplina férrea en donde se trabaja casi que sin pensar en ello. Su vida está concebida para laborar permanentemente, casi como un curri de Fraggle Rock, pero sin casco de obra. Y entonces llegan a nosotros, nos exponen y comenzamos a morir. Su historia es la de una huida buscando solución al peligro de su permanencia.
La de Bionautas es una historia asombrosamente cotidiana para estar narrando situaciones tan extraordinarias. Sin duda es uno de sus puntos fuertes. La ausencia de epicidad pretendida hace que puedas disfrutar completamente del diario de Elio, en el que recupera los recuerdos de su historia y, con ellos, de la de todos. No necesita grandes batallas ni momentos que te dejen con el corazón en un puño, porque juega en otra liga. En ella la presentación de nuevas formas de vida, de dependencia energética, de estructura social, se describe con naturalidad y mostrando la situación mucho más cruda. La vida de un bionauta no es dura porque Cristina Jurado lo explicite, sino porque detalle tras detalle tomas consciencia de lo difícil de una situación así también para el invasor.
Y entre medio una familia. Mezclada, caótica, con miedo y con la clave para la salvación en la mano. Todo parte de una cotidianidad fuera de la norma y del enfrentarse a la complejidad de una aventura así en la escala personal.
Bionautas resulta interesante, se lee fácil y tiene una entrada asequible. Y detrás esconde mucho más. Ciencia ficción hecha en nuestro propio planeta. Si no te atrapa la premisa, que lo haga el estilo y la pluma de Cristina Jurado.
