Título original: Inside WikiLeaks
Idioma original: Inglés
Año: 2011
Editorial: Rocaeditorial
Traducción: Ana Duque de Vega y Carles Andreu Saburit
Género: Ensayo/Autobiografía
Valoración: Recomendable
Cuando en 2006 puso en marcha su invento, no creo que Julian Assange imaginara qué estaba a punto de suceder. Como todos sabemos, WikiLeaks es una web que se dedica a sacar a la luz filtraciones de interés público. Gracias al trabajo de Assange y el resto de integrantes de la web hemos conocido los procesos de Guantánamo, descubierto una red de espionaje de los Estados Unidos a líderes políticos de todo el mundo y muchas otras informaciones que de otro modo jamás habrían llegado al gran público.
Uno de los protagonistas de la historia de WikiLeaks es el autor de la obra que traigo hoy a Libros Prohibidos. Daniel Domscheit-Berg contactó con Assange en 2007 y pronto se convirtió en su mano derecha. Durante más de tres años fue portavoz y parte esencial del equipo de WikiLeaks, hasta que en septiembre de 2010 decidió que su etapa allí había terminado.
En Dentro de WikiLeaks desgrana su experiencia como parte del proyecto. En la Nota Preliminar y el Prólogo que incluye al comienzo de la obra, Daniel aclara las razones que le han llevado a escribir el libro. En su opinión, Assange ha desvirtuado el espíritu con el que se concibió el proyecto y la deriva de la web no ha gustado a muchos de sus miembros.
Gracias a Domscheit-Berg sabemos que aquella organización mundial que pregonaba Julian Assange, formada por miles de colaboradores en cualquier parte del mundo, no era tal en sus comienzos. Daniel cuenta cómo los medios de WikiLeaks al principio eran muy limitados y se reducían a un portátil y un servidor, desde donde el flujo de información pudo ser cortado en cualquier momento. A Daniel aún le sorprende que el proyecto saliera adelante con una infraestructura tan precaria.
Poco a poco, nos introduce en las rutinas de trabajo de la organización. En sus inicios, deambularon por varios congresos y dieron varias conferencias en las que hablaron de su proyecto ante un público muy reducido que apenas les prestaba atención. En noviembre de 2007, con la publicación de los manuales de Guantánamo, WikiLeaks logró repercusión mundial y empezó a copar portadas de medios de comunicación de todo el planeta.
Daniel cuenta cómo desde entonces empezaron a llegarles informaciones de todas partes, muchas de ellas de escasa relevancia. No obstante, algunas resultaron ser muy jugosas: documentos sobre la sucursal del banco sueco Julius Bär en las Islas Caimán, la Biblia secreta de la Cienciología, asesinatos por encargo por parte de la policía keniata, el vídeo Asesinato Colateral que tanta repercusión tuvo a nivel mundial… Domscheit-Berg narra cómo el proyecto fue creciendo y transmite su sensación de verse sobrepasado en ciertos momentos por la responsabilidad de publicar miles, millones de documentos que les llegaban sin parar y que no podían revisar por falta de medios. Especialmente interesante es el apartado que dedica a la conexión que se estableció, casi desde el principio, entre los miembros de WikiLeaks y los sucesos que todos conocemos que tuvieron lugar en Islandia y que cambiaron por completo al país nórdico.
Daniel no ahorra críticas a su trabajo. Es consciente de que pudo hacerlo mejor y que hubo fallos que podría haber evitado, como la publicación por error de la dirección de correo electrónico de todos los donantes de WikiLeaks, en teoría anónimos, ocurrida en febrero de 2009.
Además de la interesante información que aporta sobre los inicios de WikiLeaks y su evolución, el protagonista indiscutible del libro es el fundador del proyecto, Julian Assange. Domscheit-Berg cuenta su relación de amistad con el australiano y cómo poco a poco, siempre desde su punto de vista, este fue cambiando de criterio hasta poner en peligro al proyecto y en tela de juicio sus principios.
Cuenta que Assange fue su mejor amigo, pero que poco a poco se fue transformando hasta convertirse en una estrella pop, un megalómano y un paranoico. Al mismo tiempo, Daniel afirma que el espíritu que impregnó WikiLeaks desde sus comienzos se fue desvirtuando y acusa a Assange de abrir la puerta de la organización a personajes de dudosa reputación, como el escritor Israel Shamir y su hijo, Johannes Wahlström, vinculados con conocidos grupos antisemitas.
Sus diferencias con Assange le llevaron a un enfrentamiento personal que determinó su salida/expulsión de WikiLeaks en septiembre de 2010. Al final del libro, Domscheit-Berg anuncia la puesta en marcha de un nuevo proyecto, OpenLeaks, una nueva página web para publicar filtraciones que mantuviera la promesa de transparencia que, según el autor, había dejado de cumplir la web de Assange. A día de hoy, OpenLeaks sigue sin estar en funcionamiento.
Es difícil saber hasta qué punto lo que cuenta Daniel Domscheit-Berg es verdad (imagino que la versión de Julian Assange será muy distinta). Lo que sí está claro es que se trata de su verdad y la transmite con acierto, haciendo uso de un lenguaje claro, conciso y directo. En algunos momentos el lector puede tener la sensación de estar leyendo una historia de ficción, salida de la mente calenturienta de cualquier escritor de novela negra, por lo que llama la atención saber que todo eso ocurrió y que en realidad surgió de la mente de un joven programador australiano.
En 2013, Bill Condon llevó al cine la historia que Daniel Domscheit-Berg cuenta en este libro. La película, protagonizada por Benedict Cumberbatch, en el papel de Julian Assange, y Daniel Brühl, en el de Domscheit-Berg, pasó sin pena ni gloria por la gran pantalla con el título de El quinto poder.