Ana Katzen: Cazador y presa

Título completo: Cazador y presa. Los moradores del cielo I
Año: 2014
Editorial: Autopublicado
Género: Fantasía
Valoración: Pasable

La reseña de hoy es para la primera novela de una prometedora autora venezolana, Ana Katzen, que lleva esperando pacientemente su turno desde este verano. Se trata de Cazador y presa, la primera parte de su saga de fantasía Los moradores del cielo. Espero que esta crítica le sea de utilidad a la hora de encarar las continuaciones que se aproximan.

En un mundo que, de no ser por algunos detalles, podría ser perfectamente el nuestro, vive Sarket, un muchacho inteligente, más bien tímido y aquejado de una grave dolencia cardiaca. Sarket conjuga la vida de un adolescente normal con su grave enfermedad como mejor puede, hasta que un día, de casualidad, conoce a Selene, una bella chica que esconde muchos secretos.

De entrada, y sin complejo alguno, Cazador y presa se presenta al lector como un compendio de buenos ingredientes: tiene acción, intriga, una dama en apuros (que sabe, eso sí, cuidar muy bien de sí misma), una historia de amor, la dosis justa de fantasía, y muchas incógnitas por desvelar.Al conjugarse todo esto con unas primeras páginas de calidad sobresaliente (estilo cuidado, frescura narrativa y ritmo por las nubes), nos encontramos con una obra que invita a ser devorada ipso facto.

Sin embargo, y muy a mi pesar, este efecto no tarda en diluirse con el paso de los primeros capítulos. Existe una gran desigualdad entre el inicio y el desarrollo de la historia a todos los niveles: el ritmo decae alarmantemente, la narración se hace más pesada, arrastrando consigo el estilo tan directo que el principio tiene. Esto termina pasando factura al interés que suscita el texto en el lector, sobre todo porque la comparación entre el capítulo 1 y el 15, por ejemplo, siempre resulta demasiado odiosa. El que una novela empiece muy bien y luego se desinfle, no es algo único en Cazador y presa, sino un fenómeno bastante común en los autores noveles/autopublicados que trato de explicar en este otro post.

Ademas, Ana Katzen comete otros dos «pecados» típicos del escritor novel. Por un lado, siente la necesidad de escribir mucho, de llenar capítulos y capítulos de información, ya sea relevante o no para la historia. Este horror vacui no ayuda al desarrollo de la trama y saca continuamente al lector de la misma. Por otro lado, tiene demasiada prisa en enseñar los detalles de su mundo. Si bien es cierto que apenas lo hace en la primera mitad del libro, en la segunda empieza con la historia de los dioses y la creación y ya no para. Esto, además de reforzar la sensación de que «sobra texto», traiciona la verdadera intención de la obra. El lector no necesita saber tanto del mundo como de la verdadera personalidad de los protagonistas, sobre todo teniendo en cuenta que Cazador y presa no es más que una primera parte introductoria de toda una saga.

Pese a estos inconvenientes, que, como ya he comentado, no dejan de ser típicos de las óperas primas, Cazador y presa consigue ser una primera parte resultona. El mundo construido es rico en detalles, perfectamente creíble, propio de una obra mayor. En este sentido, a Ana Katzen se la intuye como una escritora de gran talento a la que, por ahora, y al igual que a otros autores que ya hemos tenido la ocasión de ver por aquí, le hace falta más rodaje que la ayude a pulir su trabajo. Dada su juventud y las formas que ha demostrado, creo que lo tiene todo a favor.