Ahmir «Questlove» Thompson (con Ben Greenman): Mo’ Meta Blues

Título completo: Mo’ Meta Blues. The world according to Questlove
Idioma:
Inglés
Año:
2013
Editorial: Grand Central Publishing
Género: Autobiografía
Valoración: Muy recomendable

Si la última vez que me pasé por Libros Prohibidos estuve hablando de un nuevo género literario, en mis dos próximas reseñas escribiré sobre un género tradicional (la autobiografía) al que en los últimos años le ha surgido una variedad sorprendente: la autobiografía de raperos. Digo «sorprendente» porque hasta ahora estábamos acostumbrados a las autobiografías de escritores, políticos, estrellas de cine, cantantes de pop-rock… pero, claro, siendo el hip-hop un movimiento cultural relativamente joven, supongo que no habrá sido hasta ahora cuando sus principales protagonistas han sentido que tenían suficientes historias que contar como para juntarlas en un libro.

Soy un gran admirador del rap y de las manifestaciones culturales que lo rodean, y llevaba ya tiempo viendo que salían al mercado varias biografías y autobiografías de raperos estadounidenses. Sin embargo, ninguna me llamaba la atención como para gastarme unos euros y leerla (léase: «en todas se intuían demasiadas historias de tiroteos en el barrio y de autosuperación/autocomplaciencia»). Hasta que vi ésta que os traigo hoy: Mo’ Meta Blues, la autobiografía de Questlove (o ?uestlove), el batería de The Roots (escrita con ayuda de Ben Greenman). Aunque su nombre puede que no suene mucho fuera de Estados Unidos, allí está empezando a ser una eminencia cultural pues, además de ser la principal mente creativa de LA banda de rap por antonomasia y el creador de Okayplayer (la mayor comunidad online de arte y cultura negra alternativa), es el alma musical del popular late-night televisivo de Jimmy Fallon y el altavoz de todo un movimiento crítico que anda replanteándose la historia y el rol de la cultura afroamericana reciente. Y por si fuera poco, en tres años lleva ya tres libros publicados. Apúntense su nombre (y recuerden que fui yo el que se lo dijo primero) 😉

Questlove no es nuevo en esto, no es ningún hype youtúbico: lleva desde comienzos de los ’90 grabando música con bastante éxito y reconocimiento, al menos desde 1999 y aquel grandioso Things Fall Apart. Sin embargo, el hecho de que este tipo interesante lleve ya un par de décadas de experiencia no debería ser razón suficiente para publicar una autobiografía, ¿no? Debería tener algo más que aportar además de un puñado de anécdotas. En una autobiografía (como en toda la Literatura, por otra parte) no es sólo lo que cuentes, sino cómo lo cuentes. Y ésa es la razón por la que decidí reseñar Mo’ Meta Blues: porque es uno de los libros más originales que he leído en los últimos años, pues con lo aburrida y monótona que puede llegar a ser una autobiografía, ésta no deja de sorprender al lector en cada página.

Ya el propio título supone un guiño para que el lector piense en la combinación de Mo’ Better Blues, la película de Spike Lee (que trata sobre el negocio musical y cuyos diálogos han formado parte de algunos de los discos de The Roots) con el prefijo «meta-«; un juego de palabras que define muy bien un libro que trata sobre música, su parte artística y su parte económica, pero que va más allá, hacia las implicaciones personales, sociales e históricas de la música. Tras el título, empieza el libro con un diálogo informal, como telefónico, entre Questlove y otra voz, que más adelante el lector descubrirá que es la del manager y gran amigo (fallecido un año después de la publicación del libro, por cierto) de Questlove. Una voz que se intercalará con la del autobiografiado a lo largo de todo el libro en otros diálogos similares y sobre todo en más de treinta largas notas a pie de página que complementan e incluso contradicen la narración de Questlove sobre su propia vida. En el diálogo inicial estas dos voces discuten sobre qué va a ser el propio libro, cómo va a ser y cómo se podría clasificar (¿meta-autobiografía?). Después el lector se encuentra con un email escrito por Ben Greenman (coautor del libro) en el que explica al jefazo de la editorial cómo avanza el desarrollo del libro y cómo va a quedar perfilada su estructura. Total, que no es hasta la página 8 cuando empieza a oírse por fin la voz de Questlove desarrollando la típica narración de una autobiografía: «nací en… mi familia era… mi infancia fue…». Y alrededor de la página 20 esta narración vuelve a ser interrumpida, ahora por una lista confeccionada por el propio Questlove: la lista de «los discos de su vida», justificada mediante la frase «when you live your life through records, the records are a record of your life«. Cualquier amante de la música puede sentirse identificado con esta sentencia, y es que no hay mejor forma de repasar tu vida que volver a escuchar los discos que escuchaste en cada momento, tu propia «banda sonora». Así pues, aunque Questlove incluye en la narración de su vida infinitos comentarios, recomendaciones y recuerdos musicales, éstos los hace explícitos aparte, en una serie de listas intercaladas en las que reseña, desde su propia experiencia musical, la música que marcó cada uno de sus años de vida (¿meta-música?), desde que nació hasta que tuvo 22 años y él mismo empezó a grabar discos.

Como resultado: más de 250 páginas que en ningún momento se hacen aburridas (es más, pueden hasta parecer cortas), en las que el lector llega a conocer en profundidad no la vida de Questlove, sino todo su universo, el exterior y el interior, a través de su voz, a través de su música y de la de otros, a través de diálogos entre varias voces e incluso a través de los emails que se intercambian el coautor y el editor del libro. Más de 250 páginas de una autobiografía nada convencional que aúna historia, sociología, confesión, crítica musical, cotilleo (reconozcámoslo, en una autobiografía todos queremos saber cómo conoció a X, con quién se lió Y y por qué se peleó con Z) y mucha reflexión sobre la música, la creación artística y la propia escritura.

Y una vez explicado el contenido del libro, llego al final de esta reseña con la misma duda con la que empecé a escribirla: la «nota» que voy a poner en mi valoración. Una duda aparentemente insignificante, pero que me ha llevado a pensar en la objetividad de la valoración literaria, en la validez del canon y hasta en la universalidad de la Literatura. Casi nada. Y es que si por mí fuera, basándome sólo en mi experiencia lectora, a Mo’ Meta Blues le daría una Ovación sin dudarlo, por su estructura dinámica y original (tremendamente actual y posmoderna, basada en los «nuevos medios», el hipertexto, la superposición y aglomeración de géneros…), y que puede suponer un antes y un después en las autobiografías de figuras de la cultura popular. Sin embargo, con mi «ovación» no querría decir que fuerais todos corriendo a comprar el libro, porque hay que aclarar una cosa: si no os gusta la música de Questlove, si no estáis muy puestos en la escena hip-hop, o ni si quiera os atrae mucho la música, este libro probablemente no os gustaría ni la mitad que a mí y consideraríais que mi valoración está muy inflada. Es más, si estuviera en Estados Unidos la «ovación» también sería indudable, pero fuera de Estados Unidos quizás no sea muy acertado recomendar la autobiografía de alguien apenas conocido y con el que los lectores no tienen ninguna conexión. Entonces ¿tiene sentido la valoración crítica de una autobiografía?; ¿qué criterios habría que utilizar?; ¿sería una valoración local o circunstancial?; y en última instancia, ¿hay alguna valoración literaria universal?; ¿quién es nadie para decirnos a los demás lo que «hay que» leer? Así que cierro esta reseña con una reflexión sobre el propio acto de reseñar (¿meta-crítica literaria?) y decantándome por un Muy recomendable, sabiendo que si habéis llegado hasta aquí entendéis lo que quiero decir con él.