Jorge del Oro Aragunde: Nana para dormir a un lobo

Título completo: Nana para dormir a un lobo. Libro 1: África Austral
Año: 
2016
Editorial: Autopublicado
Género: Novela
Valoración: Recomendable

Ya metidos en octubre, seguimos trayendo nuevos títulos para completar la sección oficial de los Premios Guillermo de Baskerville 2016. Y con este Nana para dormir a un lobo, agregamos un nuevo autopublicado de calidad.

Pero primero vamos a ver si soy capaz de escribir una sinopsis sin liarme (ni liaros). A principios de los años ochenta una horrible pandemia azotó al mundo hasta casi llevar a la desaparición al ser humano. Los supervivientes debieron enfrentarse a un escenario de lucha y guerra. En Sudáfrica, el joven Hans se crió ya con las reglas del nuevo mundo, convirtiéndose en un cazador y superviviente experimentado pese a su corta edad. Una rebelión de los hombres armados en el refugio en el que vivía le obliga a comenzar un tremendo viaje de miles de millas.

Como ya se puede intuir, Nana para dormir a un lobo nos presenta una ucronía, esto es, un pasado alternativo surgido a raíz de un suceso crucial que en nuestra historia nunca ocurrió. Esto, bajo mi punto de vista, le da mayor originalidad con respecto a las ya tan manidas distopías futurísticas, pese a que yo mismo caí en la tentación distópica con mi primera novela (suspiro). Sin embargo, el golpe de efecto inicial que le da la ucronía a esta novela se disuelve cuando la trama toma una de las vías típicas de las distopías futurísticas: el mundo que conocemos destrozado y a merced de la ley de la supervivencia del más fuerte.

Pero no nos pongamos quisquillosos tan pronto, ya que nos encontramos con un libro bien editado, cuidado, muy cerca de la mejor versión posible, algo nada común entre las obras autoeditadas (raro incluso entre muchas editadas de forma profesional). Es cierto que yo le habría quitado páginas (tiene 516 en total) y que lo hubiera estructurado de otra forma, cosa de lo que hablaré más adelante (con, ojo, algún spoiler).

Nana para dormir a un lobo se presenta de la única forma que podría: tremendamente real. La verosimilitud de este libro es tal que que parece imposible que lo narrado no haya sucedido realmente. Esto lo consigue el autor con un estilo sobrio, asentado, pero sobre todo sabiendo de lo que habla (o, al menos, fingiendo a la perfección que lo sabe). No he consultado los mapas de Sudáfrica para cerciorarme, pero el autor demuestra un gran conocimiento del país, así como de su lengua, costumbres, historia y sociedad. También hace gala de conocimientos de caza, geografía, flora, fauna, supervivencia, anatomía, medicina… Lo único que no llegué a creerme fue una trampa que le tendieron al protagonista (un tipo en exceso precavido) y que se veía venir.

Gran parte de la culpa de que esta novela mantenga unos niveles tan altos de verosimilitud (para tratarse de un país tan remoto y de una época imposible) la tienen la coherencia de los hechos relatados y del control de la narración. Del Oro Aragunde lleva las riendas con firmeza en todo momento, aunque intercala de forma demasiado abrupta pasajes más detallados con otros en los que el transcurso del tiempo es más rápido; por ejemplo, en un párrafo puede contar cómo Hans acecha, caza, descuartiza y transporta a un antílope, y en el siguiente contarte de pasada lo acontecido los tres meses siguientes. Esta gestión (en mi opinión) mejorable del transcurso del tiempo nos lleva al spoiler antes anunciado (***ATENCIÓN: SPOILER***). Y es que el autor ha querido dividir su obra por etapas en el viaje de su protagonista. En este libro 1 vemos lo referente al África Austral, y termina justo cuando Hans abandona estas tierras e inicia su periplo al norte. Sin embargo, esto lo veo torpe y negativo para el lector por dos motivos. Primero porque este hecho convierte a Nana para dormir a lobo en una obra sin final, demasiado dependiente de las continuaciones. Segundo, porque el libro termina y uno no sabe qué pensar. El interés por saber qué ocurre después es relativo. Es cierto que queda en el aire saber cómo se originó la pandemia y, bueno, también se le coge cariño a Hans; pero la gran cantidad de obras en las que una pandemia arrasa el mundo hace que nos podamos imaginar sin problemas los qué, cómos y porqués. Y además, nos queda la tranquilidad de que Hans (un tipo que demuestra ser una mezcla de Ulises y Rambo) va a saber cuidarse perfectamente.

Una vez dicho esto, y pese a estos inconvenientes, sigo pensando que Nana para dormir a un lobo inclina la balanza hacia lo positivo con soltura. Es una muy buena obra, entretenida, interesante, de gran mérito y perfectamente recomendable, sobre todo para los amantes de las distopías y ucronías.