Entrevista a Lourdes T. Castillo, directora de la Revista EnSueño

Hoy os queremos presentar un proyecto que nos encanta: la Revista EnSueño, publicación virtual y en papel dedicada de lleno al descubrimiento y promoción de autores noveles. Se trata de una iniciativa que comparte en gran medida el espíritu de Libros Prohibidos, razón por la que hoy os traemos una entrevista con Lourdes T. Castillo, su fundadora. Además de dirigir esta publicación, Lourdes es editora y autora de dos novelas, Gálora y Más allá del negro.

Háblanos un poco de ti. ¿Cómo definirías a Lourdes Castillo?
Pues diría que soy una chica sin tiempo (risas). Me quiero dedicar a todo, quiero aprenderlo todo… Podría decirse que soy perseverante. Tardé siete años en escribir mi primer libro, lo que también dice que soy detallista, que no me conformo con las cosas que salen a la primera, sino que lo pienso bien, lo medito y luego lo lanzo. También me gusta que valoren objetivamente mi trabajo; no me sienta mal que alguien haga una valoración de lo que hago siempre y cuando sea constructivo. Mi editor me dice que eso es algo bueno porque siempre estoy abierta a aprender y yo estoy de acuerdo: la vida es aprender, hay que aprender.

¿Qué te consideras más, escritora o lectora?
Escritora, sin duda. Me gusta mucho leer, pero empecé a hacerlo porque quería escribir.

«Dentro de unos años, si le preguntan a alguno de los autores que ahora aparecen en la revista Ensueño, me encantaría que dijera: «me escucharon cuando nadie más lo hizo» ».

 

¿Y a qué le dedicas más tiempo, a escribir o a leer?
A leer (risas). Irónicamente.

¿Por qué la literatura, Lourdes? ¿Por qué no otra cosa, como la música, o la fotografía, o los bailes regionales?
(Risas). Lo de los bailes tiene gracia. Yo de pequeña sí me habría planteado ser bailarina, ya que mi tendencia iba o al baile o a la literatura, pero esta última me llamaba poderosamente. Mi padre leía mucha literatura clásica y a mí, por suerte, no me hacía leer El barco de vapor, sino que tuve la ocasión de leer también a los clásicos: a Lope de Vega, a Lorca, a Shakespeare… son los libros con los que yo he aprendido. Para mí fue amor a primera vista.

Amor a primera vista y nada menos que con los clásicos, droga dura.
Completamente (risas). Yo con trece años me leí El retrato de Dorian Gray, un libro denso. Si lo volviera a leer hoy en día, encontraría otra cosa distinta. Pero este acercamiento temprano a los clásicos ha hecho que tenga un enfoque diferente de la literatura.

Vamos a hablar de Revista EnSueño. Cuéntanos un poco de dónde vino la idea.
Pues esto vino de cuando yo acabé Gálora, mi primera novela. Descubrí entonces lo difícil que es promocionarse, y me di cuenta de que el trabajo más complicado para un autor novel no era tanto el escribir la novela y/o publicarla, como el promocionar la obra, ganar lectores, o llegar a un público más amplio. Dentro de tu círculo puedes expandirte, pero llega un punto en el que hay que hacer un trabajo adicional de promoción. Y, claro, yo soy escritora, no relaciones públicas. Llegados a este punto, busqué revistas y referencias de otros elementos que hablasen de literatura, y descubrí que los noveles no teníamos cabida en ninguna parte: solo los que publicaban con grandes editoriales. El dar voz a esos autores que están buscando que alguien les escuche fue la idea para arrancar. Además, sirve de ventana al lector para identificar las obras que han pasado un filtro previo fuera del habitual spam de las redes sociales.

¿Qué te gustaría que dijera dentro de unos años un autor joven que ha aparecido en vuestra revista cuando le preguntasen por sus primeros pasos?
Me encantaría que dijera «me escucharon cuando nadie más lo hizo». Yo siempre lo digo, la revista, con su equipo y sus colaboradores, estamos aquí para pasárnoslo bien, para apoyar la literatura, y creo profundamente que la literatura tiene como origen los autores nóveles.

«Me preocupa que los niños de hoy, que nacen con la tablet en la mano, dentro de treinta años no van a tener ningún cariño por el papel: va a ser «el vinilo de papá» y poco más».

 

¿Crees que hoy en día hay una necesidad mayor de reconocimiento que hace unos años por parte de los autores noveles?
Creo que la diferencia es que hoy en día hay muchos más autopublicados debido a la facilidad de la publicación en e-book, que ha puesto al alcance de cualquiera el sacar un libro, lo que antes estaba solo acotado a las editoriales propiamente dichas. A día de hoy hay gente que ni siquiera contacta con las editoriales, sino que toma directamente el camino de la autopublicación y, si consigue seguidores y lectores, entonces publica con una editorial. Ahora, más que mayor necesidad, hay mayor oferta.

¿Y cómo ves el mundo del libro en la actualidad?
El otro día le decía a mi marido que un libro se ha convertido en un vinilo, en un objeto que va a quedar obsoleto por el nuevo formato tecnológico. Basta ir en metro para ver la proliferación de libros electrónicos. Esto desplazará al libro como lo hemos estado conociendo hasta ahora. Yo no imagino leer a Shakespeare en e-book, cierto, pero es innegable que el futuro del sector es la tecnología.

¿Y ves el cambio ya aquí, o todavía le queda tiempo?
Creo que falta un poquito. Se percibe el cambio pero mucha gente no sabe hacia dónde nos puede llevar, estamos todos como a verlas venir. Hay gente que está apostando por el nuevo mercado, y gente que está apostando por afianzarse en el clásico. ¿Qué ocurre? El e-book es muy atractivo para el lector, pero tiene el problema de las descargas gratuitas. Por otro lado, el beneficio obtenido por un e-book no es el mismo que el que se obtiene por uno en papel. Si una editorial, que al fin y al cabo es un negocio, no obtiene beneficios, no va a querer ayudar a que se dé este cambio. Entonces, creo que habrá un público siempre fiel al papel y otro siempre fiel al e-book. Me preocupa que los niños de hoy, que nacen con la tablet en la mano, dentro de treinta años no van a tener ningún cariño por el papel: va a ser «el vinilo de papá» y poco más. Por lo tanto, el cambio se verá entonces, dentro de veinte o treinta años.

Y hablando del futuro, ¿te ves realizando este trabajo de apoyo a los autores noveles a largo plazo, o crees que ya no será necesario?
Mi objetivo de aquí a unos años será dedicarme profesionalmente a ello, incluso. Me gustaría meterme cada vez más en el sector, trabajando para los noveles. Me gusta tener contacto con los autores consagrados, pero para que su experiencia ayude a los nuevos. Mi objetivo es ayudar a los que empiezan y de ahí el nombre de la revista, el ensueño del autor que comienza; para el autor consagrado ya no es un sueño, sino una realidad: su sueño se ha cumplido.

¿Cuál sería tu recomendación para un autor que empieza ahora?
Mucha paciencia, mucha perseverancia, estar abiertos a comentarios de terceros ajenos a su círculo. Que tampoco esperen ganar mucho con su trabajo (esto no lo hacen ni muchos profesionales que publican en grandes editoriales). Sobre todo les recomendaría que disfrutaran con lo que hacen, ya que deben saber que este camino requiere mucho tiempo y muchos libros.

¿Crees que van a aparecer muchos medios enfocados a los autores independientes como Revista EnSueño o Libros Prohibidos?
Ya los hay, como por ejemplo la revista «Luz de dos lunas», o el programa de radio «Café entre libros». Creo que quien dirije este tipo de proyectos suele ser como en nuestro caso, un autor novel consciente de las dificultades y con ganas de ayudar a su colegas.

Muy bien, Lourdes, esto sería todo por nuestra parte. ¿Te gustaría añadir alguna cosa más?
Pues espero que se valore el trabajo realizado por aquellos que hacemos la revista. Espero que los lectores encuentren libros que les gusten, y a los autores noveles que van llegando: ánimo.

Muchísimas gracias, Lourdes. Esperamos que consigas sacar adelante el proyecto, que sabemos que no es fácil. Y a nuestros lectores, os recomendamos que os deis una vuelta por la página web de la Revista EnSueño.